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5 Historias de inmigración en la Casa Colombia - Francy Barahona-   Grabado en vivo - Parte 2 cover
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Historias con Acento

5 Historias de inmigración en la Casa Colombia - Francy Barahona- Grabado en vivo - Parte 2

5 Historias de inmigración en la Casa Colombia - Francy Barahona- Grabado en vivo - Parte 2

25min |27/08/2024
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Historias con Acento

5 Historias de inmigración en la Casa Colombia - Francy Barahona- Grabado en vivo - Parte 2

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25min |27/08/2024
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Description

🎙️ ¡Bienvenidos a la segunda parte de nuestro episodio grabado en vivo en la Casa Colombia, en París! En esta ocasión, cerramos con broche de oro compartiendo la increíble historia de Francy Barahona, una artista multidisciplinaria que nos lleva por su inspirador camino desde Colombia hasta Francia.


🙏 Queremos agradecer de corazón a todos los que han llegado hasta aquí, así como a nuestras cinco maravillosas invitadas: Mónica de It’s Money Time, Adriana Silva de Latino Arte TV, Paola Moreno de la Mesa de Educación y Cultura en Francia, Adri, y, por supuesto, Francy Barahona.


📲 No olvides seguirnos en Instagram en @historiasconacento y escuchar nuestros episodios en Spotify o en tu plataforma de streaming favorita. ¡Gracias por todo el apoyo, por seguirnos, escribirnos y ayudar a que este podcast crezca día a día! 🌟


✨ Y prepárate para nuestro próximo episodio, donde contaremos la espectacular historia de Guido Niño, uno de los pocos chefs colombianos que ha logrado ser propietario y chef de un restaurante con una estrella Michelin en Francia. ¡No te lo puedes perder!


Hosted by Ausha. See ausha.co/privacy-policy for more information.

Transcription

  • Speaker #0

    Que yo tengo como chévere, merci beaucoup, se grasa toda tu atención.

  • Speaker #1

    Continuamos con la segunda parte del episodio, grabado en vivo en la Casa Colombia. Cerrando este podcast tenemos la increíble historia de Francia Ibarahona, el principio de su camino desde Colombia hasta Francia.

  • Speaker #2

    Bueno, nuestra última invitada de esta tarde tenemos a Francia Ibarahona. Un aplauso por favor.

  • Speaker #0

    Hola. ¡Buenas! Llegó el sabor.

  • Speaker #2

    Sí, tú tienes más sabor que nosotros.

  • Speaker #0

    Más sabor que una taza de babas.

  • Speaker #2

    Bueno, yo creo también que tienes más, digamos, costumbre de estar así en frente de gente. Pero hay algo que quería preguntarte, Fran. Sí, es que claro, hoy siempre tienes hacia la gente buena energía de felicidad.

  • Speaker #0

    cosas positivas pero que ha pasado en todo ese camino en francia cuéntanos un poco más la gente que se lo ve tus videos que vea alegría cómo se ha construido ese camino bueno en mis vídeos que yo hago en internet es para mi mamá cuando me fui de colombia yo dije yo quiero que mi mamá me vea hace cuando te fuiste hace como 13 años 13 aquí a francia aquí en francia llevo 11 entonces yo primero Yo llegué a todo lado, yo era pata de perro, para donde me llevara, donde yo pudiera estar, donde pudiera dormir, donde pudiera comer, yo bailaba en la calle y todo. La mochila, el hombro. Sí, así fue.

  • Speaker #2

    Es decir, tu puente siempre fue el baile.

  • Speaker #0

    Sí, pero no quería bailar, no era mi sueño bailar y siempre yo me intentaba escapar del baile, no quería vivir del baile. ¿Y cuándo es? Porque... En Colombia, bueno, no sé si todos son colombianos, pero en Colombia ser bailarina es como que no eres inteligente, era lo que a mí me hacían sentir. Si tú bailas es porque no sabes hacer nada más, no eres lo suficientemente inteligente para llegar a algo y a mí eso me dolía porque lo sentía mucho. Ah, bailarina, ok, sí, es como cualquier cosa. Entonces yo estudié, yo soy administradora de empresas, soy contadora, pero nunca quería bailar. Pero bailé toda mi vida desde niña y hice competencias por mí, porque me gustaba. Y eso es lo que me da de comer ahorita y eso es lo que me da la fuerza de representar a Colombia donde llego.

  • Speaker #2

    Claro, la vida da muchas vueltas. Y en el momento que te planteas irte de Colombia, tenías un objetivo claro en Francia. Yo en Francia voy a ser ABC.

  • Speaker #0

    No, nunca, yo nunca me quise ir de Colombia, a mí me encantaba mi país, lo siento, pero mi podcast, ¿yo puedo decir la verdad? Sí, claro. No puede tener el sueño americano, ni el sueño francés, porque es mentira. Yo nunca soñé con estar acá, y si soñaba irme, me quería ir para los Estados Unidos, quería ver a Mickey Mouse, así como, yo crecí en barrio. Entonces si le digo, ulala, París, Emilia en París, no soy yo. Yo soy todo lo contrario. Yo me quedé en Francia por error. Fue un error. Un error que, bueno, ahora gracias a Dios. Me quedé como la gente no debe quedarse. Me quedé ilegal. Y a eso no se hace. Yo estaba haciendo un tour con un grupo de folclor. Y no sé por qué. Yo andaba con tres calzones, tres licras, dos camisetas.

  • Speaker #2

    Era todo...

  • Speaker #0

    Mi maleta, la mochila. El resto era vestuario de la escuela de baile. Y yo le dije al señor, yo tenía visa de... Visa porque yo hice muchas competencias en Colombia y tenía visa abierta. Entonces yo tenía una visa para Europa, para Francia, justo Francia. Y yo dije, me quedo, me quedo. Ha sido el aeropuerto tomar la decisión. Me quedo. Tenía en mi bolsillo 100 euros, nada más, mentiras, como 80, tan chicanera, tenía 80 euros. Para redondear. Sí, para que me llaman la pobre tona, Marimar. Entonces, yo estaba en el aeropuerto de Barajas, le dije a mi parejo de baile, me quedo.

  • Speaker #2

    O sea, espera, espera para que entiendas. Tenías el vuelo de vuelta a Colombia y tú en el aeropuerto decides,

  • Speaker #0

    joder, me quedo. Me quedo acá. Y él me dijo, ¿por qué? Y yo me quedé, la verdad, porque en Colombia, como toda artista sentimental, me había peleado con un amigo de toda mi vida y cada vez que lo veía me dolía. Y por pendeja no lo quería ver. Ay, perdón las palabras, perdón.

  • Speaker #2

    Yo soy súper grosero.

  • Speaker #0

    Cuando diga cosas malas, lo cortan, por favor. Mi mamá me regaña. Entonces, ¿cómo gozan estos tres conmigo? Tengo un grupo de fans de a tres. ¡Eh! Y yo sentía que me dolía. Y yo me quedé, yo dije, voy a quedarme mientras está mi visa. Me quedo, no sabía hacer qué, no sabía cómo, no tenía ni con qué comer, tenía tres calzones. Tres calzones. Imagínense una mujer con tres calzones. Es lo que hace en la vida con tres calzones. Es lo que yo pensaba. Es lo que me acordaba. Y yo cogí, mi pareja de baile cogió, se quitó la chaqueta, me dejó la chaqueta, me dejó las medias, me dejó una sudadera. Y me dijo, ay, ¿por qué me dejas? Lo más duro fue dejándolo a él. Y él se fue, yo me quedé. Y yo me quedé en un McDonald's. Y en el McDonald's yo era pensando, pues madre, ¿yo qué estoy haciendo?

  • Speaker #2

    Ya el avión se había ido, es decir, ya no tenías alternativa.

  • Speaker #0

    Eso fue un impulso. Y me quedé en ese McDonald's, cogí internet de Wi-Fi y yo me acuerdo que cuando yo gané la competencia en Colombia, yo vine a Francia y yo conocí a un DJ, un señor, que tocaba música en un bar. Y yo le mandé un mensaje y yo le dije, Don Cuco, ¿usted me puede ayudar, por favor? Es que yo estoy aquí en Madrid y yo no sé qué hacer. Y él me dijo, claro, mamita, venga, yo le presto la plata y un billete para que se venga a París, yo quiero aguantar hambre en España. Estuvo tan lindo. Ahora él es mi papá. Yo le digo a mi papá que yo no tuve papá. Cuco es mi papá. Adoptivo.

  • Speaker #2

    Bueno, un saludo.

  • Speaker #0

    Cuco, sí, lo amo. Gracias para él. No aguanté hambre. Y me vine a París. Y yo vi París y dije, qué horrible, no me gusta, hace frío, huele raro, hay ratones por todos lados, la gente está enojada. El idioma. Nadie me mira, nadie me quiere, yo sonrío y la gente me hace mala cara. No, la depresión. Pero yo dije, yo tengo que buscar trabajo. Y me fui a buscar internet y un amigo me dijo, hay un trabajo en Holanda. Me fui a Holanda, cogí un tren en Holanda sin hablar inglés holandesero. Y hay un señor colombiano, que no lo voy a nombrar, porque no lo merece, me ofreció trabajo allá y era mentira el trabajo. No puedo decir que el señor no fue bueno conmigo. Me lo escapé, llegué de nuevo a París, busqué al cuco, él me dio posada, su casita chiquitica, yo dormía en el piso, en la cama, a veces en la cama, en el piso. Y él me dio prácticamente comer como dos meses. Entonces yo dije, no, yo aquí no puedo, es muy duro, yo me regreso. Y conocí una colombiana, una costeña, que me dijo, ay, pero tú, ¿cómo aquí? Ay, yo no sé cómo son los costeños. Ay, manda acá, cara, tú puedes salir adelante aquí. Y yo, ay, Jesús, yo no puedo. Y me dijo, baila samba, tienes piernotas, pelo, nalgotas. Y yo, ay, ¿qué es eso de que me hablas? ¿Cómo así? ¿A prostituir o qué? No, no, no, a bailar samba, eso es lo que más pagan acá. Samba. Samba. Y yo, bueno, y mi primer trabajo. ¿Qué tal? Yo jamás me había puesto algo metido en las nalgas frente al público. Yo, y salsera. La salsera no andamos con el rabo afuera. Los caleños, qué pena. Estoy diciendo muchas cosas bárbaras. No, no,

  • Speaker #2

    está perfecto.

  • Speaker #0

    Sí, perdón. y si cuando me dan ahí comenzaste a plantearte bailar pero es que no sabes por qué cuando llegué a ya era el 31 de diciembre en una fiesta para unos príncipes de dubai y yo llego yo dije pero nos van a a tiras o si salimos con las nalgas afuera no no no acá la gente es muy open menes parís y llegó yo 15 bailarinas brasileras divinas espectacular y yo dije pero yo qué hago aquí yo era la más chiquita no la más patiflaca aparte estaba desnutrida sin comer dos meses y no yo qué hago aquí y samba y pusieron a bailar entonces los pusieron las plumas y todo eso y yo dije pero qué hay que hacer no hay que hacer la internacional y yo y qué es eso Es una coreografía que conocen todas las bailarinas en París. Yo dije, sí, pero yo no sé, no importa. Para, 15 bailarinas de escenario. Y yo, oh, Jesús bendito. Comenzó a sonar esa canción. Y yo, ¿qué hice? A lo Zumba, ¿no? Me hice en la segunda fila copiando lo que hacían las otras. Y luego en un momento de la batucada. Y cada uno tenía que ir adelante a bailar batucada. O sea, chucu, chucu, chucu, chucu. Y yo, Jesús bendito, yo sudaba. Cuando me tocó a mí, amor, yo le tiré. Pasos de salsa caleña con samba, tiré pata arriba. Ellos no le piden. Y yo, ay, gloria a Dios. Y gracias, una canción, 150 euros. Una canción. Pagaban 150 euros.

  • Speaker #2

    O sea, ¿esa fue la primera vez que te pagaron por bailar? Sí, ¿esa fue la primera vez?

  • Speaker #0

    Sí, cuando yo vi esa plata y hice la conversión, yo dije, oh, Dios mío. Y la señora me dijo, bailas muy bien samba. Y yo dije, esa señora no debe ser brasilera, porque Zamba es cero. Fue una alegría. Y eso lo tomaste tú como una señal del destino, pues. Pensé en mi mamá. Lo primero que pensé fue en mi mamá. En Colombia, como sabemos, es muy duro el trabajo, no hay pensión, la salud es carísima. Entonces yo dije, si esto me ayuda a darle una vejez a mi mamá, yo me doy la pela, yo me quedo. Y de ahí me comenzaron a conocer, me comenzaron a llamar. Luego entré, gracias a Dios, al mundo del French Can Can, que yo puedo hacer portés, bailar con la pierna arriba. ¿Qué es eso?

  • Speaker #2

    Pero eso lo aprendiste después.

  • Speaker #0

    No. ¿Tú bailas todo? Yo soy empírica. O sea, yo estudié de toda mi vida baile y yo cuando vi, yo dije, yo soy capaz. Y yo me metí a un casting y yo pasé porque decían, ¿qué mujer puede cargar a otra? Yo, yo. Yo soy bien machita. Entonces yo cargaba a las otras niñas. Claro, ella, llama a la colombiana, la fuerte, la fuerte. Siempre me llamaban. Y ya yo salí del Brasil, gracias a Dios, que le agradezco mucho. Pero me gustaba más cancar, el vestido largo, los boleros. Era menos exhibición del cuerpo.

  • Speaker #2

    ¿Y si estuviera en esa época todavía, digamos, no bailabas salsa? ¿O ahí empezaste a bailar salsa?

  • Speaker #0

    Yo toda la vida bailé salsa.

  • Speaker #2

    No me refiero como la danza principal de lo que haces. Sí,

  • Speaker #0

    porque no quería. No quería porque a mí me decían, enseña salsa, enseña salsa. Yo decía, no, porque yo no me voy a quedar aquí como bailarina. Yo quiero estudiar, yo quiero irme a otro país. Me quería ir a Alemania, quería vivir en Alemania. Era mi sueño, la verdad. Y cuando un día fui a una fiesta de salsa cubana, y la salsa cubana es muy linda, pero era muy igual siempre. Entonces, yo estaba como aburrida. Y un señor me dijo, ay, tú bailas como en Colombia. Yo tengo un amigo que puede bailar como tú. Y me presentó un francés que se llama Antón, que ahora es mi hermano adoptivo, y él bailaba hip hop. Y él comenzó a bailar conmigo y le hacía pasos de hip hop y yo salsa caleñal. Y él me decía, sí, yo puedo, yo puedo. Y él me dijo, ¿eso qué es? Y yo le dije, la salsa de Colombia, es diferente a la cubana, a la puertorriqueña. Y me dijo, ¿y por qué no haces un workshop, un stage aquí? Yo le dije, no, no, pues no, qué pereza, yo quiero ser profesora. Y él me dijo, hagámoslo. Yo le dije, yo no tengo plata para pagar una sala. La sala costaba en esa época 120 euros la sala. Y dije, no. No tenga ni para almorzar, ya voy a pagar una sala. Y me dijo, yo te la pago y tú haces el stash. Y luego me la pagas. Y yo pensé, este me quiere violar. Porque es lo primero que uno piensa. Quiere algo de mí a cambio de trabajo. Y no. Ahí le hizo la publicidad. Hicimos un flyer en PowerPoint horrible, todo pixelado. Hicimos la publicidad en esa época a Facebook. Y sí, llegaron 45 personas. Cada una pagó, ¿me acuerdo? 35 euros por cada hora. Y yo hice tres horas. O sea, yo, ¡ay, Jesús bendito! Parecía la Virgen. Y di la clase. Y allí me probaron como profesora. Porque llegó gente y me decía, ok, la salsa caniña, ¿en qué tiempo se baila? Yo en tiempo uno, en tiempo dos. Ok, ¿la clave va dónde? O sea, todo lo que yo he estudiado, les podía contestar. Les podía explicar. Sí, porque aquí no es que tú bailes y ya. Aquí Francia no es así. La gente de Francia toma clases de ballet, de... tango, de jazz, de jazz, de ballroom. No es que el francés es tieso. No. Aquí hay campeones de baile.

  • Speaker #2

    Estás desmitificando algo. Dicen que a los franceses no se les mueve la cintura.

  • Speaker #0

    No, es mentira. Es mentira y me dicen el gremio de la danza son demasiado fuertes.

  • Speaker #2

    Es práctica al final, como todo. Y eso que decimos nosotros los colombianos me incluyo que se dice mucho que a ellos no nacieron con eso, no sienten el sabor. ¿Qué es el sabor entonces en este orden de ideas?

  • Speaker #0

    Yo pienso que el sabor lo tenemos cada persona. Es como decir, colombiano, rolo, tienes que bailar. Y el rolo va a decir, pues yo no bailo. Esa es nuestra obligación. Es cierto, es cierto. Es como decir, tú eres de Argentina, báilame un tango. Pero es que no me gusta. O sea, yo, así como hay gimnastas colombianos, hay gimnastas rusos. Y como hay bailarines en todo el mundo, eso está. ¿Tu público es mayormente francés o de Latinoamérica? Aquí, mi público para las fiestas es mezclado. A mis clases tengo el 80% europeo, no solo franceses, tengo de todo el mundo. París es todo el mundo, realmente aquí hay gente de todo lado.

  • Speaker #2

    ¿Y cómo fue la entrada a las redes?

  • Speaker #0

    Tienes una comunidad enorme.

  • Speaker #2

    Tienes una comunidad enorme. Siempre estás compartiendo cosas de lo que haces, de tu arte, de tus clases, de tu pareja, muchas cosas.

  • Speaker #0

    ¿Cómo llegó eso a tu vida? Yo comencé a hacer videos para que mi mamá me viera.

  • Speaker #2

    ¿Dónde está tu mamá? Saludos a la mamá.

  • Speaker #0

    ¿Cómo se llama? ¿Dónde está tu mamá? Ay, mami. Para que mi mamá me viera y mi mamá la obligue a... prácticamente que ella comprara un teléfono y aprendiera a usar las redes para que te siguiera para que viera lo que tú hacías y entonces por eso tal vez yo me presento despeinada recién levantada a veces sudada, vos nunca me ves arreglada en las redes porque el día que me vean en la calle van a decir, esa no es usted entonces mi mamá me vio así todo el tiempo y yo no sabía que había gente que le gustaba verme así... Y la gente fue llegando sola. Sola. Yo no lo hice para conseguir seguidores, no. La verdad que hasta me han ofrecido cosas, pero yo no trabajo en redes. No, no trabajo en redes. Fue a mi mamá y así fue. Y luego me di cuenta que la gente quería aprender a bailar, entonces yo hacía pasitos, la gente ve mis tutoriales, aprende en la casa. Vi que muchas mujeres sentían fuerza cuando yo hacía mis historias de contar lo que me había pasado, que era como una forma de... de motivar a otras mujeres y dije bueno también es bonito y cuando ya comencé en una comunidad grande dije voy a ayudar a los latinos en París y ahí fue donde yo comencé a ayudar a todos los microempresarios, la señora que hace uñas, la que hace aseo, el señor que hace batimón, construcción yo los publico y digo mira él es Juan, llegó hace dos meses,

  • Speaker #2

    entonces estás ayudando a las personas que están O montando sus microproyectos para que sean un poco más conocidos, aprovechando.

  • Speaker #0

    Sí, no les cobro, lo hago gratis. Pero gente que también necesita, a veces, que la señora no tiene palmercado, muchachos, juntémosle palmercado a la señora, tiene tres hijos. Entonces, a mí no se me quita nada. Y aparte de mi trabajo soñado toda mi vida, yo quería ser trabajadora social. Pero en Colombia era imposible y mamá me decía, eso no le va a dar de comer. De una u otra forma, siento que estoy haciendo trabajo social gracias a las redes. Muy bonito. Y me gusta. O sea, me gusta más. Yo comí en el restaurante del Cure porque estaba en la calle durmiendo en el metro. Entonces, iba a los jueces a que me dieran comida ellos. Ahora yo soy voluntaria del restaurante del Cure y yo les doy de comer a otras personas. Qué bonito. Sí.

  • Speaker #2

    Un aplauso.

  • Speaker #0

    Gracias. Sí. Y también les doy clases gratis. A la calle, en serio. Quería preguntarte, ¿en qué momento llega Cali Sabor a tu vida? Cali Sabor, desde que encontré a Antón, porque él montó el stash, la gente vino y yo dije, la gente, ¡ay, hola! ¿Te quedas cuando das clase? Y yo dije, no, no, no, yo no me voy a quedar aquí, este país no me va a quedar así, cortante. Y la gente, quédate, quédate, y yo, no, no, yo no me voy a quedar aquí y menos ilegal, como yo decía. Tan creída y me quedé ilegal. ¡Ah, Dios mío! Y los mismos franceses vinieron y me dijeron, quédate, te ayudo a buscar una sala, nosotros te pagamos el año y así tú te puedes solventar. Y yo lo pensé mucho, pensé tres meses. Y yo dije, bueno, mi primera sala era una sala donde bailaba yo con los ratones. O sea, era una sala horrible, hacía frío, olía feo y la gente estaba ahí bailando. O sea, era como que yo bailo y luego la rata baila. Era como ratatata. en salsa y yo decía dios mío u la la francia en parís y así comencé dando clases pero yo quería bailar yo yo porque toda la vida entrené y yo decía yo quiero bailar pero no para pagar una sala me fui a la calle a ensayar yo sola la gente me tiraba monedas yo aprovechaba un entreno profesional y así bailando en la calle Llegaron loquitos que yo digo, franceses que yo quiero bailar como tú, pero no querían solo hacer salsa social, sino bailar como yo bailaba. Y así se formó Cali Saba en las calles. Yo les decía, listo, si usted quiere... Venga a las clases debutantes, pero entrena conmigo en la calle. Y así comenzamos a entrenar en las calles, nos pegábamos unas peladas, las rodillas, todo llovía y salíamos con bolsas de basura a entrenar. Y así con todos esos loquitos hemos sido tres veces campeones de Francia. Sí señor, tres veces. Y tenemos medallas y cada vez que llegamos a la competencia de Francia, les da miedo. Ay, yo vocalizador. Y nosotros, llévame todos patisucios, ahí llegó Cali Sabor, sí.

  • Speaker #2

    ¿Y en todo ese camino siempre has mantenido la misma energía, la misma sonrisa? ¿O has tenido algún momento difícil en el cual te dijiste a ti misma, no, abandono, me vuelvo a Colombia?

  • Speaker #0

    Cada año, cada año dije, me voy, me voy, se acabó el año, me voy, me voy, me voy. ¿Y el año? que decidí irme, que ya había vendido calizador a alguien, e irme a Colombia, había conseguido un trabajo en la Casa del Agua, administrar la Casa del Agua. Ese día, un 14 de julio, una amiga me llamó y me dijo, vamos al Val de Pompier, a la fiesta de los bomberos. Y yo, bueno, vamos. Y encontré a mi esposo, el que está allá. Mi esposo, ese. Y por ese mono, me quedé.

  • Speaker #2

    Un aplauso para mi esposo. Un aplauso.

  • Speaker #0

    Con él pensamos en un futuro, irnos a Colombia. Obvio que sí. Sí, es el pensado. Y mi amante, el que está allá, él dice que él es el amante.

  • Speaker #2

    Ay, relaciona bien, hombre, bien la modernidad.

  • Speaker #0

    Y sí, porque él me mostró un lado bonito de Francia. Ya con él, uno dice que uno leo, bueno, yo todo lo puedo, y yo me siento así. Pero cuando llega un hombre a cogerte la mano y le dice, yo sé que usted puede. Pero yo estoy aquí. Eso es algo que uno dice, por fin tengo a alguien que me apoya. Y ese es mi esposo, que yo tengo como chévere y merci beaucoup. Se graza todo. Bueno. Y se lo he quedado. Se lo he quedado. ¿Dónde tú? Por este, ¿sí? Y se cuato. Él, ay, mira, él es tan bonito.

  • Speaker #2

    Esto no estaba previsto.

  • Speaker #0

    Ay, está bien bueno también. Ay, no, perdón.

  • Speaker #2

    Pues Fran, sí.

  • Speaker #0

    Gracias.

  • Speaker #2

    Me gustaría continuar la conversación, pero ya no tenemos más tiempo.

  • Speaker #0

    Bueno, muchas gracias por la invitación.

  • Speaker #2

    Así a ti, como a todos los invitados, muchísimas gracias por venir a contar un poco de Carlos.

  • Speaker #0

    Sí, para adelante, para adelante.

  • Speaker #2

    ¿Qué mensaje le darías a un inmigrante que está dudando?

  • Speaker #0

    A todos, inmigrantes, franceses, lo que sea. para adelante, uno puede uno es capaz hacer las cosas honradamente no pasar por encima de nadie y créanme que Dios o lo que ustedes crean eso les va a ayudar y uno no nació para sufrir no somos gallinas, no nacimos para caldo no, para adelante para adelante, si yo puedo ustedes también, pude con tres calzones ustedes pueden más y ya, muchísimas gracias gracias ¿Cómo se llama? Historias con acento.

  • Speaker #2

    Bueno, con esto terminamos. Muchas gracias a todos y después verán el episodio en las diferentes plataformas. Bueno, muchísimas gracias a todos. Los invito a hacer historias con acento. Vamos a hacer diferentes emisiones con diferentes personas.

  • Speaker #0

    Gracias.

  • Speaker #2

    Personajes importantes. Gracias a todos. Y gracias a la embajada y a todos los que están organizando esta casa, que es un trabajo súper completo. complejo, tantos días, tanta gente, tantos artistas. Un aplauso también para los organizadores.

  • Speaker #0

    Bravo.

  • Speaker #1

    Muchas gracias a todos y a todas las, los que han llegado hasta aquí. Gracias a nuestras cinco invitadas, a Mónica Dismonitain, a Adriana Silva de Latinoarte TV, a Paula Moreno de la Mesa de Educación de Cultura en Francia, a Adri y a Franci Barahona. Puedes seguir en Instagram, arroba, historias con acento, y en Spotify, en tu plataforma de streaming favorita. Muchas gracias de nuevo por el apoyo, por seguirnos, por escribirnos, por hacer que este podcast crezca día a día. En nuestro próximo episodio, la espectacular historia de Guido Niño, uno de los únicos chefs colombianos que puede darse el lujo de ser propietario y chef, manager de un restaurante con una estrella, Michelin, en Francia.

  • Speaker #3

    Mi objetivo de vida cambió. Cuando perdí a mi mamá y volví, me prometí que me debía lograr ser cocinero y que debía lograr quedarme en Francia. por todo lo que ella hizo para que yo estuviese. Pagar un colegio muy costoso como el liceo francés. Nosotros no éramos de familia adinerada, sino media trabajadora. Y dije que tenía que hacer todo esto por mi familia entera, que me ayudó mucho en todo mi proceso. Esto no viene uno solo. Yo no me he hecho solo. Estoy toda una familia detrás empujando. Para mí mismo, motivación cambio, yo tenía ahora que lograrlo. Por mi mamá.

  • Speaker #1

    y ese era mi objetivo después no se lo pierdan hasta pronto historias con Asen

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🎙️ ¡Bienvenidos a la segunda parte de nuestro episodio grabado en vivo en la Casa Colombia, en París! En esta ocasión, cerramos con broche de oro compartiendo la increíble historia de Francy Barahona, una artista multidisciplinaria que nos lleva por su inspirador camino desde Colombia hasta Francia.


🙏 Queremos agradecer de corazón a todos los que han llegado hasta aquí, así como a nuestras cinco maravillosas invitadas: Mónica de It’s Money Time, Adriana Silva de Latino Arte TV, Paola Moreno de la Mesa de Educación y Cultura en Francia, Adri, y, por supuesto, Francy Barahona.


📲 No olvides seguirnos en Instagram en @historiasconacento y escuchar nuestros episodios en Spotify o en tu plataforma de streaming favorita. ¡Gracias por todo el apoyo, por seguirnos, escribirnos y ayudar a que este podcast crezca día a día! 🌟


✨ Y prepárate para nuestro próximo episodio, donde contaremos la espectacular historia de Guido Niño, uno de los pocos chefs colombianos que ha logrado ser propietario y chef de un restaurante con una estrella Michelin en Francia. ¡No te lo puedes perder!


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  • Speaker #0

    Que yo tengo como chévere, merci beaucoup, se grasa toda tu atención.

  • Speaker #1

    Continuamos con la segunda parte del episodio, grabado en vivo en la Casa Colombia. Cerrando este podcast tenemos la increíble historia de Francia Ibarahona, el principio de su camino desde Colombia hasta Francia.

  • Speaker #2

    Bueno, nuestra última invitada de esta tarde tenemos a Francia Ibarahona. Un aplauso por favor.

  • Speaker #0

    Hola. ¡Buenas! Llegó el sabor.

  • Speaker #2

    Sí, tú tienes más sabor que nosotros.

  • Speaker #0

    Más sabor que una taza de babas.

  • Speaker #2

    Bueno, yo creo también que tienes más, digamos, costumbre de estar así en frente de gente. Pero hay algo que quería preguntarte, Fran. Sí, es que claro, hoy siempre tienes hacia la gente buena energía de felicidad.

  • Speaker #0

    cosas positivas pero que ha pasado en todo ese camino en francia cuéntanos un poco más la gente que se lo ve tus videos que vea alegría cómo se ha construido ese camino bueno en mis vídeos que yo hago en internet es para mi mamá cuando me fui de colombia yo dije yo quiero que mi mamá me vea hace cuando te fuiste hace como 13 años 13 aquí a francia aquí en francia llevo 11 entonces yo primero Yo llegué a todo lado, yo era pata de perro, para donde me llevara, donde yo pudiera estar, donde pudiera dormir, donde pudiera comer, yo bailaba en la calle y todo. La mochila, el hombro. Sí, así fue.

  • Speaker #2

    Es decir, tu puente siempre fue el baile.

  • Speaker #0

    Sí, pero no quería bailar, no era mi sueño bailar y siempre yo me intentaba escapar del baile, no quería vivir del baile. ¿Y cuándo es? Porque... En Colombia, bueno, no sé si todos son colombianos, pero en Colombia ser bailarina es como que no eres inteligente, era lo que a mí me hacían sentir. Si tú bailas es porque no sabes hacer nada más, no eres lo suficientemente inteligente para llegar a algo y a mí eso me dolía porque lo sentía mucho. Ah, bailarina, ok, sí, es como cualquier cosa. Entonces yo estudié, yo soy administradora de empresas, soy contadora, pero nunca quería bailar. Pero bailé toda mi vida desde niña y hice competencias por mí, porque me gustaba. Y eso es lo que me da de comer ahorita y eso es lo que me da la fuerza de representar a Colombia donde llego.

  • Speaker #2

    Claro, la vida da muchas vueltas. Y en el momento que te planteas irte de Colombia, tenías un objetivo claro en Francia. Yo en Francia voy a ser ABC.

  • Speaker #0

    No, nunca, yo nunca me quise ir de Colombia, a mí me encantaba mi país, lo siento, pero mi podcast, ¿yo puedo decir la verdad? Sí, claro. No puede tener el sueño americano, ni el sueño francés, porque es mentira. Yo nunca soñé con estar acá, y si soñaba irme, me quería ir para los Estados Unidos, quería ver a Mickey Mouse, así como, yo crecí en barrio. Entonces si le digo, ulala, París, Emilia en París, no soy yo. Yo soy todo lo contrario. Yo me quedé en Francia por error. Fue un error. Un error que, bueno, ahora gracias a Dios. Me quedé como la gente no debe quedarse. Me quedé ilegal. Y a eso no se hace. Yo estaba haciendo un tour con un grupo de folclor. Y no sé por qué. Yo andaba con tres calzones, tres licras, dos camisetas.

  • Speaker #2

    Era todo...

  • Speaker #0

    Mi maleta, la mochila. El resto era vestuario de la escuela de baile. Y yo le dije al señor, yo tenía visa de... Visa porque yo hice muchas competencias en Colombia y tenía visa abierta. Entonces yo tenía una visa para Europa, para Francia, justo Francia. Y yo dije, me quedo, me quedo. Ha sido el aeropuerto tomar la decisión. Me quedo. Tenía en mi bolsillo 100 euros, nada más, mentiras, como 80, tan chicanera, tenía 80 euros. Para redondear. Sí, para que me llaman la pobre tona, Marimar. Entonces, yo estaba en el aeropuerto de Barajas, le dije a mi parejo de baile, me quedo.

  • Speaker #2

    O sea, espera, espera para que entiendas. Tenías el vuelo de vuelta a Colombia y tú en el aeropuerto decides,

  • Speaker #0

    joder, me quedo. Me quedo acá. Y él me dijo, ¿por qué? Y yo me quedé, la verdad, porque en Colombia, como toda artista sentimental, me había peleado con un amigo de toda mi vida y cada vez que lo veía me dolía. Y por pendeja no lo quería ver. Ay, perdón las palabras, perdón.

  • Speaker #2

    Yo soy súper grosero.

  • Speaker #0

    Cuando diga cosas malas, lo cortan, por favor. Mi mamá me regaña. Entonces, ¿cómo gozan estos tres conmigo? Tengo un grupo de fans de a tres. ¡Eh! Y yo sentía que me dolía. Y yo me quedé, yo dije, voy a quedarme mientras está mi visa. Me quedo, no sabía hacer qué, no sabía cómo, no tenía ni con qué comer, tenía tres calzones. Tres calzones. Imagínense una mujer con tres calzones. Es lo que hace en la vida con tres calzones. Es lo que yo pensaba. Es lo que me acordaba. Y yo cogí, mi pareja de baile cogió, se quitó la chaqueta, me dejó la chaqueta, me dejó las medias, me dejó una sudadera. Y me dijo, ay, ¿por qué me dejas? Lo más duro fue dejándolo a él. Y él se fue, yo me quedé. Y yo me quedé en un McDonald's. Y en el McDonald's yo era pensando, pues madre, ¿yo qué estoy haciendo?

  • Speaker #2

    Ya el avión se había ido, es decir, ya no tenías alternativa.

  • Speaker #0

    Eso fue un impulso. Y me quedé en ese McDonald's, cogí internet de Wi-Fi y yo me acuerdo que cuando yo gané la competencia en Colombia, yo vine a Francia y yo conocí a un DJ, un señor, que tocaba música en un bar. Y yo le mandé un mensaje y yo le dije, Don Cuco, ¿usted me puede ayudar, por favor? Es que yo estoy aquí en Madrid y yo no sé qué hacer. Y él me dijo, claro, mamita, venga, yo le presto la plata y un billete para que se venga a París, yo quiero aguantar hambre en España. Estuvo tan lindo. Ahora él es mi papá. Yo le digo a mi papá que yo no tuve papá. Cuco es mi papá. Adoptivo.

  • Speaker #2

    Bueno, un saludo.

  • Speaker #0

    Cuco, sí, lo amo. Gracias para él. No aguanté hambre. Y me vine a París. Y yo vi París y dije, qué horrible, no me gusta, hace frío, huele raro, hay ratones por todos lados, la gente está enojada. El idioma. Nadie me mira, nadie me quiere, yo sonrío y la gente me hace mala cara. No, la depresión. Pero yo dije, yo tengo que buscar trabajo. Y me fui a buscar internet y un amigo me dijo, hay un trabajo en Holanda. Me fui a Holanda, cogí un tren en Holanda sin hablar inglés holandesero. Y hay un señor colombiano, que no lo voy a nombrar, porque no lo merece, me ofreció trabajo allá y era mentira el trabajo. No puedo decir que el señor no fue bueno conmigo. Me lo escapé, llegué de nuevo a París, busqué al cuco, él me dio posada, su casita chiquitica, yo dormía en el piso, en la cama, a veces en la cama, en el piso. Y él me dio prácticamente comer como dos meses. Entonces yo dije, no, yo aquí no puedo, es muy duro, yo me regreso. Y conocí una colombiana, una costeña, que me dijo, ay, pero tú, ¿cómo aquí? Ay, yo no sé cómo son los costeños. Ay, manda acá, cara, tú puedes salir adelante aquí. Y yo, ay, Jesús, yo no puedo. Y me dijo, baila samba, tienes piernotas, pelo, nalgotas. Y yo, ay, ¿qué es eso de que me hablas? ¿Cómo así? ¿A prostituir o qué? No, no, no, a bailar samba, eso es lo que más pagan acá. Samba. Samba. Y yo, bueno, y mi primer trabajo. ¿Qué tal? Yo jamás me había puesto algo metido en las nalgas frente al público. Yo, y salsera. La salsera no andamos con el rabo afuera. Los caleños, qué pena. Estoy diciendo muchas cosas bárbaras. No, no,

  • Speaker #2

    está perfecto.

  • Speaker #0

    Sí, perdón. y si cuando me dan ahí comenzaste a plantearte bailar pero es que no sabes por qué cuando llegué a ya era el 31 de diciembre en una fiesta para unos príncipes de dubai y yo llego yo dije pero nos van a a tiras o si salimos con las nalgas afuera no no no acá la gente es muy open menes parís y llegó yo 15 bailarinas brasileras divinas espectacular y yo dije pero yo qué hago aquí yo era la más chiquita no la más patiflaca aparte estaba desnutrida sin comer dos meses y no yo qué hago aquí y samba y pusieron a bailar entonces los pusieron las plumas y todo eso y yo dije pero qué hay que hacer no hay que hacer la internacional y yo y qué es eso Es una coreografía que conocen todas las bailarinas en París. Yo dije, sí, pero yo no sé, no importa. Para, 15 bailarinas de escenario. Y yo, oh, Jesús bendito. Comenzó a sonar esa canción. Y yo, ¿qué hice? A lo Zumba, ¿no? Me hice en la segunda fila copiando lo que hacían las otras. Y luego en un momento de la batucada. Y cada uno tenía que ir adelante a bailar batucada. O sea, chucu, chucu, chucu, chucu. Y yo, Jesús bendito, yo sudaba. Cuando me tocó a mí, amor, yo le tiré. Pasos de salsa caleña con samba, tiré pata arriba. Ellos no le piden. Y yo, ay, gloria a Dios. Y gracias, una canción, 150 euros. Una canción. Pagaban 150 euros.

  • Speaker #2

    O sea, ¿esa fue la primera vez que te pagaron por bailar? Sí, ¿esa fue la primera vez?

  • Speaker #0

    Sí, cuando yo vi esa plata y hice la conversión, yo dije, oh, Dios mío. Y la señora me dijo, bailas muy bien samba. Y yo dije, esa señora no debe ser brasilera, porque Zamba es cero. Fue una alegría. Y eso lo tomaste tú como una señal del destino, pues. Pensé en mi mamá. Lo primero que pensé fue en mi mamá. En Colombia, como sabemos, es muy duro el trabajo, no hay pensión, la salud es carísima. Entonces yo dije, si esto me ayuda a darle una vejez a mi mamá, yo me doy la pela, yo me quedo. Y de ahí me comenzaron a conocer, me comenzaron a llamar. Luego entré, gracias a Dios, al mundo del French Can Can, que yo puedo hacer portés, bailar con la pierna arriba. ¿Qué es eso?

  • Speaker #2

    Pero eso lo aprendiste después.

  • Speaker #0

    No. ¿Tú bailas todo? Yo soy empírica. O sea, yo estudié de toda mi vida baile y yo cuando vi, yo dije, yo soy capaz. Y yo me metí a un casting y yo pasé porque decían, ¿qué mujer puede cargar a otra? Yo, yo. Yo soy bien machita. Entonces yo cargaba a las otras niñas. Claro, ella, llama a la colombiana, la fuerte, la fuerte. Siempre me llamaban. Y ya yo salí del Brasil, gracias a Dios, que le agradezco mucho. Pero me gustaba más cancar, el vestido largo, los boleros. Era menos exhibición del cuerpo.

  • Speaker #2

    ¿Y si estuviera en esa época todavía, digamos, no bailabas salsa? ¿O ahí empezaste a bailar salsa?

  • Speaker #0

    Yo toda la vida bailé salsa.

  • Speaker #2

    No me refiero como la danza principal de lo que haces. Sí,

  • Speaker #0

    porque no quería. No quería porque a mí me decían, enseña salsa, enseña salsa. Yo decía, no, porque yo no me voy a quedar aquí como bailarina. Yo quiero estudiar, yo quiero irme a otro país. Me quería ir a Alemania, quería vivir en Alemania. Era mi sueño, la verdad. Y cuando un día fui a una fiesta de salsa cubana, y la salsa cubana es muy linda, pero era muy igual siempre. Entonces, yo estaba como aburrida. Y un señor me dijo, ay, tú bailas como en Colombia. Yo tengo un amigo que puede bailar como tú. Y me presentó un francés que se llama Antón, que ahora es mi hermano adoptivo, y él bailaba hip hop. Y él comenzó a bailar conmigo y le hacía pasos de hip hop y yo salsa caleñal. Y él me decía, sí, yo puedo, yo puedo. Y él me dijo, ¿eso qué es? Y yo le dije, la salsa de Colombia, es diferente a la cubana, a la puertorriqueña. Y me dijo, ¿y por qué no haces un workshop, un stage aquí? Yo le dije, no, no, pues no, qué pereza, yo quiero ser profesora. Y él me dijo, hagámoslo. Yo le dije, yo no tengo plata para pagar una sala. La sala costaba en esa época 120 euros la sala. Y dije, no. No tenga ni para almorzar, ya voy a pagar una sala. Y me dijo, yo te la pago y tú haces el stash. Y luego me la pagas. Y yo pensé, este me quiere violar. Porque es lo primero que uno piensa. Quiere algo de mí a cambio de trabajo. Y no. Ahí le hizo la publicidad. Hicimos un flyer en PowerPoint horrible, todo pixelado. Hicimos la publicidad en esa época a Facebook. Y sí, llegaron 45 personas. Cada una pagó, ¿me acuerdo? 35 euros por cada hora. Y yo hice tres horas. O sea, yo, ¡ay, Jesús bendito! Parecía la Virgen. Y di la clase. Y allí me probaron como profesora. Porque llegó gente y me decía, ok, la salsa caniña, ¿en qué tiempo se baila? Yo en tiempo uno, en tiempo dos. Ok, ¿la clave va dónde? O sea, todo lo que yo he estudiado, les podía contestar. Les podía explicar. Sí, porque aquí no es que tú bailes y ya. Aquí Francia no es así. La gente de Francia toma clases de ballet, de... tango, de jazz, de jazz, de ballroom. No es que el francés es tieso. No. Aquí hay campeones de baile.

  • Speaker #2

    Estás desmitificando algo. Dicen que a los franceses no se les mueve la cintura.

  • Speaker #0

    No, es mentira. Es mentira y me dicen el gremio de la danza son demasiado fuertes.

  • Speaker #2

    Es práctica al final, como todo. Y eso que decimos nosotros los colombianos me incluyo que se dice mucho que a ellos no nacieron con eso, no sienten el sabor. ¿Qué es el sabor entonces en este orden de ideas?

  • Speaker #0

    Yo pienso que el sabor lo tenemos cada persona. Es como decir, colombiano, rolo, tienes que bailar. Y el rolo va a decir, pues yo no bailo. Esa es nuestra obligación. Es cierto, es cierto. Es como decir, tú eres de Argentina, báilame un tango. Pero es que no me gusta. O sea, yo, así como hay gimnastas colombianos, hay gimnastas rusos. Y como hay bailarines en todo el mundo, eso está. ¿Tu público es mayormente francés o de Latinoamérica? Aquí, mi público para las fiestas es mezclado. A mis clases tengo el 80% europeo, no solo franceses, tengo de todo el mundo. París es todo el mundo, realmente aquí hay gente de todo lado.

  • Speaker #2

    ¿Y cómo fue la entrada a las redes?

  • Speaker #0

    Tienes una comunidad enorme.

  • Speaker #2

    Tienes una comunidad enorme. Siempre estás compartiendo cosas de lo que haces, de tu arte, de tus clases, de tu pareja, muchas cosas.

  • Speaker #0

    ¿Cómo llegó eso a tu vida? Yo comencé a hacer videos para que mi mamá me viera.

  • Speaker #2

    ¿Dónde está tu mamá? Saludos a la mamá.

  • Speaker #0

    ¿Cómo se llama? ¿Dónde está tu mamá? Ay, mami. Para que mi mamá me viera y mi mamá la obligue a... prácticamente que ella comprara un teléfono y aprendiera a usar las redes para que te siguiera para que viera lo que tú hacías y entonces por eso tal vez yo me presento despeinada recién levantada a veces sudada, vos nunca me ves arreglada en las redes porque el día que me vean en la calle van a decir, esa no es usted entonces mi mamá me vio así todo el tiempo y yo no sabía que había gente que le gustaba verme así... Y la gente fue llegando sola. Sola. Yo no lo hice para conseguir seguidores, no. La verdad que hasta me han ofrecido cosas, pero yo no trabajo en redes. No, no trabajo en redes. Fue a mi mamá y así fue. Y luego me di cuenta que la gente quería aprender a bailar, entonces yo hacía pasitos, la gente ve mis tutoriales, aprende en la casa. Vi que muchas mujeres sentían fuerza cuando yo hacía mis historias de contar lo que me había pasado, que era como una forma de... de motivar a otras mujeres y dije bueno también es bonito y cuando ya comencé en una comunidad grande dije voy a ayudar a los latinos en París y ahí fue donde yo comencé a ayudar a todos los microempresarios, la señora que hace uñas, la que hace aseo, el señor que hace batimón, construcción yo los publico y digo mira él es Juan, llegó hace dos meses,

  • Speaker #2

    entonces estás ayudando a las personas que están O montando sus microproyectos para que sean un poco más conocidos, aprovechando.

  • Speaker #0

    Sí, no les cobro, lo hago gratis. Pero gente que también necesita, a veces, que la señora no tiene palmercado, muchachos, juntémosle palmercado a la señora, tiene tres hijos. Entonces, a mí no se me quita nada. Y aparte de mi trabajo soñado toda mi vida, yo quería ser trabajadora social. Pero en Colombia era imposible y mamá me decía, eso no le va a dar de comer. De una u otra forma, siento que estoy haciendo trabajo social gracias a las redes. Muy bonito. Y me gusta. O sea, me gusta más. Yo comí en el restaurante del Cure porque estaba en la calle durmiendo en el metro. Entonces, iba a los jueces a que me dieran comida ellos. Ahora yo soy voluntaria del restaurante del Cure y yo les doy de comer a otras personas. Qué bonito. Sí.

  • Speaker #2

    Un aplauso.

  • Speaker #0

    Gracias. Sí. Y también les doy clases gratis. A la calle, en serio. Quería preguntarte, ¿en qué momento llega Cali Sabor a tu vida? Cali Sabor, desde que encontré a Antón, porque él montó el stash, la gente vino y yo dije, la gente, ¡ay, hola! ¿Te quedas cuando das clase? Y yo dije, no, no, no, yo no me voy a quedar aquí, este país no me va a quedar así, cortante. Y la gente, quédate, quédate, y yo, no, no, yo no me voy a quedar aquí y menos ilegal, como yo decía. Tan creída y me quedé ilegal. ¡Ah, Dios mío! Y los mismos franceses vinieron y me dijeron, quédate, te ayudo a buscar una sala, nosotros te pagamos el año y así tú te puedes solventar. Y yo lo pensé mucho, pensé tres meses. Y yo dije, bueno, mi primera sala era una sala donde bailaba yo con los ratones. O sea, era una sala horrible, hacía frío, olía feo y la gente estaba ahí bailando. O sea, era como que yo bailo y luego la rata baila. Era como ratatata. en salsa y yo decía dios mío u la la francia en parís y así comencé dando clases pero yo quería bailar yo yo porque toda la vida entrené y yo decía yo quiero bailar pero no para pagar una sala me fui a la calle a ensayar yo sola la gente me tiraba monedas yo aprovechaba un entreno profesional y así bailando en la calle Llegaron loquitos que yo digo, franceses que yo quiero bailar como tú, pero no querían solo hacer salsa social, sino bailar como yo bailaba. Y así se formó Cali Saba en las calles. Yo les decía, listo, si usted quiere... Venga a las clases debutantes, pero entrena conmigo en la calle. Y así comenzamos a entrenar en las calles, nos pegábamos unas peladas, las rodillas, todo llovía y salíamos con bolsas de basura a entrenar. Y así con todos esos loquitos hemos sido tres veces campeones de Francia. Sí señor, tres veces. Y tenemos medallas y cada vez que llegamos a la competencia de Francia, les da miedo. Ay, yo vocalizador. Y nosotros, llévame todos patisucios, ahí llegó Cali Sabor, sí.

  • Speaker #2

    ¿Y en todo ese camino siempre has mantenido la misma energía, la misma sonrisa? ¿O has tenido algún momento difícil en el cual te dijiste a ti misma, no, abandono, me vuelvo a Colombia?

  • Speaker #0

    Cada año, cada año dije, me voy, me voy, se acabó el año, me voy, me voy, me voy. ¿Y el año? que decidí irme, que ya había vendido calizador a alguien, e irme a Colombia, había conseguido un trabajo en la Casa del Agua, administrar la Casa del Agua. Ese día, un 14 de julio, una amiga me llamó y me dijo, vamos al Val de Pompier, a la fiesta de los bomberos. Y yo, bueno, vamos. Y encontré a mi esposo, el que está allá. Mi esposo, ese. Y por ese mono, me quedé.

  • Speaker #2

    Un aplauso para mi esposo. Un aplauso.

  • Speaker #0

    Con él pensamos en un futuro, irnos a Colombia. Obvio que sí. Sí, es el pensado. Y mi amante, el que está allá, él dice que él es el amante.

  • Speaker #2

    Ay, relaciona bien, hombre, bien la modernidad.

  • Speaker #0

    Y sí, porque él me mostró un lado bonito de Francia. Ya con él, uno dice que uno leo, bueno, yo todo lo puedo, y yo me siento así. Pero cuando llega un hombre a cogerte la mano y le dice, yo sé que usted puede. Pero yo estoy aquí. Eso es algo que uno dice, por fin tengo a alguien que me apoya. Y ese es mi esposo, que yo tengo como chévere y merci beaucoup. Se graza todo. Bueno. Y se lo he quedado. Se lo he quedado. ¿Dónde tú? Por este, ¿sí? Y se cuato. Él, ay, mira, él es tan bonito.

  • Speaker #2

    Esto no estaba previsto.

  • Speaker #0

    Ay, está bien bueno también. Ay, no, perdón.

  • Speaker #2

    Pues Fran, sí.

  • Speaker #0

    Gracias.

  • Speaker #2

    Me gustaría continuar la conversación, pero ya no tenemos más tiempo.

  • Speaker #0

    Bueno, muchas gracias por la invitación.

  • Speaker #2

    Así a ti, como a todos los invitados, muchísimas gracias por venir a contar un poco de Carlos.

  • Speaker #0

    Sí, para adelante, para adelante.

  • Speaker #2

    ¿Qué mensaje le darías a un inmigrante que está dudando?

  • Speaker #0

    A todos, inmigrantes, franceses, lo que sea. para adelante, uno puede uno es capaz hacer las cosas honradamente no pasar por encima de nadie y créanme que Dios o lo que ustedes crean eso les va a ayudar y uno no nació para sufrir no somos gallinas, no nacimos para caldo no, para adelante para adelante, si yo puedo ustedes también, pude con tres calzones ustedes pueden más y ya, muchísimas gracias gracias ¿Cómo se llama? Historias con acento.

  • Speaker #2

    Bueno, con esto terminamos. Muchas gracias a todos y después verán el episodio en las diferentes plataformas. Bueno, muchísimas gracias a todos. Los invito a hacer historias con acento. Vamos a hacer diferentes emisiones con diferentes personas.

  • Speaker #0

    Gracias.

  • Speaker #2

    Personajes importantes. Gracias a todos. Y gracias a la embajada y a todos los que están organizando esta casa, que es un trabajo súper completo. complejo, tantos días, tanta gente, tantos artistas. Un aplauso también para los organizadores.

  • Speaker #0

    Bravo.

  • Speaker #1

    Muchas gracias a todos y a todas las, los que han llegado hasta aquí. Gracias a nuestras cinco invitadas, a Mónica Dismonitain, a Adriana Silva de Latinoarte TV, a Paula Moreno de la Mesa de Educación de Cultura en Francia, a Adri y a Franci Barahona. Puedes seguir en Instagram, arroba, historias con acento, y en Spotify, en tu plataforma de streaming favorita. Muchas gracias de nuevo por el apoyo, por seguirnos, por escribirnos, por hacer que este podcast crezca día a día. En nuestro próximo episodio, la espectacular historia de Guido Niño, uno de los únicos chefs colombianos que puede darse el lujo de ser propietario y chef, manager de un restaurante con una estrella, Michelin, en Francia.

  • Speaker #3

    Mi objetivo de vida cambió. Cuando perdí a mi mamá y volví, me prometí que me debía lograr ser cocinero y que debía lograr quedarme en Francia. por todo lo que ella hizo para que yo estuviese. Pagar un colegio muy costoso como el liceo francés. Nosotros no éramos de familia adinerada, sino media trabajadora. Y dije que tenía que hacer todo esto por mi familia entera, que me ayudó mucho en todo mi proceso. Esto no viene uno solo. Yo no me he hecho solo. Estoy toda una familia detrás empujando. Para mí mismo, motivación cambio, yo tenía ahora que lograrlo. Por mi mamá.

  • Speaker #1

    y ese era mi objetivo después no se lo pierdan hasta pronto historias con Asen

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🎙️ ¡Bienvenidos a la segunda parte de nuestro episodio grabado en vivo en la Casa Colombia, en París! En esta ocasión, cerramos con broche de oro compartiendo la increíble historia de Francy Barahona, una artista multidisciplinaria que nos lleva por su inspirador camino desde Colombia hasta Francia.


🙏 Queremos agradecer de corazón a todos los que han llegado hasta aquí, así como a nuestras cinco maravillosas invitadas: Mónica de It’s Money Time, Adriana Silva de Latino Arte TV, Paola Moreno de la Mesa de Educación y Cultura en Francia, Adri, y, por supuesto, Francy Barahona.


📲 No olvides seguirnos en Instagram en @historiasconacento y escuchar nuestros episodios en Spotify o en tu plataforma de streaming favorita. ¡Gracias por todo el apoyo, por seguirnos, escribirnos y ayudar a que este podcast crezca día a día! 🌟


✨ Y prepárate para nuestro próximo episodio, donde contaremos la espectacular historia de Guido Niño, uno de los pocos chefs colombianos que ha logrado ser propietario y chef de un restaurante con una estrella Michelin en Francia. ¡No te lo puedes perder!


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Transcription

  • Speaker #0

    Que yo tengo como chévere, merci beaucoup, se grasa toda tu atención.

  • Speaker #1

    Continuamos con la segunda parte del episodio, grabado en vivo en la Casa Colombia. Cerrando este podcast tenemos la increíble historia de Francia Ibarahona, el principio de su camino desde Colombia hasta Francia.

  • Speaker #2

    Bueno, nuestra última invitada de esta tarde tenemos a Francia Ibarahona. Un aplauso por favor.

  • Speaker #0

    Hola. ¡Buenas! Llegó el sabor.

  • Speaker #2

    Sí, tú tienes más sabor que nosotros.

  • Speaker #0

    Más sabor que una taza de babas.

  • Speaker #2

    Bueno, yo creo también que tienes más, digamos, costumbre de estar así en frente de gente. Pero hay algo que quería preguntarte, Fran. Sí, es que claro, hoy siempre tienes hacia la gente buena energía de felicidad.

  • Speaker #0

    cosas positivas pero que ha pasado en todo ese camino en francia cuéntanos un poco más la gente que se lo ve tus videos que vea alegría cómo se ha construido ese camino bueno en mis vídeos que yo hago en internet es para mi mamá cuando me fui de colombia yo dije yo quiero que mi mamá me vea hace cuando te fuiste hace como 13 años 13 aquí a francia aquí en francia llevo 11 entonces yo primero Yo llegué a todo lado, yo era pata de perro, para donde me llevara, donde yo pudiera estar, donde pudiera dormir, donde pudiera comer, yo bailaba en la calle y todo. La mochila, el hombro. Sí, así fue.

  • Speaker #2

    Es decir, tu puente siempre fue el baile.

  • Speaker #0

    Sí, pero no quería bailar, no era mi sueño bailar y siempre yo me intentaba escapar del baile, no quería vivir del baile. ¿Y cuándo es? Porque... En Colombia, bueno, no sé si todos son colombianos, pero en Colombia ser bailarina es como que no eres inteligente, era lo que a mí me hacían sentir. Si tú bailas es porque no sabes hacer nada más, no eres lo suficientemente inteligente para llegar a algo y a mí eso me dolía porque lo sentía mucho. Ah, bailarina, ok, sí, es como cualquier cosa. Entonces yo estudié, yo soy administradora de empresas, soy contadora, pero nunca quería bailar. Pero bailé toda mi vida desde niña y hice competencias por mí, porque me gustaba. Y eso es lo que me da de comer ahorita y eso es lo que me da la fuerza de representar a Colombia donde llego.

  • Speaker #2

    Claro, la vida da muchas vueltas. Y en el momento que te planteas irte de Colombia, tenías un objetivo claro en Francia. Yo en Francia voy a ser ABC.

  • Speaker #0

    No, nunca, yo nunca me quise ir de Colombia, a mí me encantaba mi país, lo siento, pero mi podcast, ¿yo puedo decir la verdad? Sí, claro. No puede tener el sueño americano, ni el sueño francés, porque es mentira. Yo nunca soñé con estar acá, y si soñaba irme, me quería ir para los Estados Unidos, quería ver a Mickey Mouse, así como, yo crecí en barrio. Entonces si le digo, ulala, París, Emilia en París, no soy yo. Yo soy todo lo contrario. Yo me quedé en Francia por error. Fue un error. Un error que, bueno, ahora gracias a Dios. Me quedé como la gente no debe quedarse. Me quedé ilegal. Y a eso no se hace. Yo estaba haciendo un tour con un grupo de folclor. Y no sé por qué. Yo andaba con tres calzones, tres licras, dos camisetas.

  • Speaker #2

    Era todo...

  • Speaker #0

    Mi maleta, la mochila. El resto era vestuario de la escuela de baile. Y yo le dije al señor, yo tenía visa de... Visa porque yo hice muchas competencias en Colombia y tenía visa abierta. Entonces yo tenía una visa para Europa, para Francia, justo Francia. Y yo dije, me quedo, me quedo. Ha sido el aeropuerto tomar la decisión. Me quedo. Tenía en mi bolsillo 100 euros, nada más, mentiras, como 80, tan chicanera, tenía 80 euros. Para redondear. Sí, para que me llaman la pobre tona, Marimar. Entonces, yo estaba en el aeropuerto de Barajas, le dije a mi parejo de baile, me quedo.

  • Speaker #2

    O sea, espera, espera para que entiendas. Tenías el vuelo de vuelta a Colombia y tú en el aeropuerto decides,

  • Speaker #0

    joder, me quedo. Me quedo acá. Y él me dijo, ¿por qué? Y yo me quedé, la verdad, porque en Colombia, como toda artista sentimental, me había peleado con un amigo de toda mi vida y cada vez que lo veía me dolía. Y por pendeja no lo quería ver. Ay, perdón las palabras, perdón.

  • Speaker #2

    Yo soy súper grosero.

  • Speaker #0

    Cuando diga cosas malas, lo cortan, por favor. Mi mamá me regaña. Entonces, ¿cómo gozan estos tres conmigo? Tengo un grupo de fans de a tres. ¡Eh! Y yo sentía que me dolía. Y yo me quedé, yo dije, voy a quedarme mientras está mi visa. Me quedo, no sabía hacer qué, no sabía cómo, no tenía ni con qué comer, tenía tres calzones. Tres calzones. Imagínense una mujer con tres calzones. Es lo que hace en la vida con tres calzones. Es lo que yo pensaba. Es lo que me acordaba. Y yo cogí, mi pareja de baile cogió, se quitó la chaqueta, me dejó la chaqueta, me dejó las medias, me dejó una sudadera. Y me dijo, ay, ¿por qué me dejas? Lo más duro fue dejándolo a él. Y él se fue, yo me quedé. Y yo me quedé en un McDonald's. Y en el McDonald's yo era pensando, pues madre, ¿yo qué estoy haciendo?

  • Speaker #2

    Ya el avión se había ido, es decir, ya no tenías alternativa.

  • Speaker #0

    Eso fue un impulso. Y me quedé en ese McDonald's, cogí internet de Wi-Fi y yo me acuerdo que cuando yo gané la competencia en Colombia, yo vine a Francia y yo conocí a un DJ, un señor, que tocaba música en un bar. Y yo le mandé un mensaje y yo le dije, Don Cuco, ¿usted me puede ayudar, por favor? Es que yo estoy aquí en Madrid y yo no sé qué hacer. Y él me dijo, claro, mamita, venga, yo le presto la plata y un billete para que se venga a París, yo quiero aguantar hambre en España. Estuvo tan lindo. Ahora él es mi papá. Yo le digo a mi papá que yo no tuve papá. Cuco es mi papá. Adoptivo.

  • Speaker #2

    Bueno, un saludo.

  • Speaker #0

    Cuco, sí, lo amo. Gracias para él. No aguanté hambre. Y me vine a París. Y yo vi París y dije, qué horrible, no me gusta, hace frío, huele raro, hay ratones por todos lados, la gente está enojada. El idioma. Nadie me mira, nadie me quiere, yo sonrío y la gente me hace mala cara. No, la depresión. Pero yo dije, yo tengo que buscar trabajo. Y me fui a buscar internet y un amigo me dijo, hay un trabajo en Holanda. Me fui a Holanda, cogí un tren en Holanda sin hablar inglés holandesero. Y hay un señor colombiano, que no lo voy a nombrar, porque no lo merece, me ofreció trabajo allá y era mentira el trabajo. No puedo decir que el señor no fue bueno conmigo. Me lo escapé, llegué de nuevo a París, busqué al cuco, él me dio posada, su casita chiquitica, yo dormía en el piso, en la cama, a veces en la cama, en el piso. Y él me dio prácticamente comer como dos meses. Entonces yo dije, no, yo aquí no puedo, es muy duro, yo me regreso. Y conocí una colombiana, una costeña, que me dijo, ay, pero tú, ¿cómo aquí? Ay, yo no sé cómo son los costeños. Ay, manda acá, cara, tú puedes salir adelante aquí. Y yo, ay, Jesús, yo no puedo. Y me dijo, baila samba, tienes piernotas, pelo, nalgotas. Y yo, ay, ¿qué es eso de que me hablas? ¿Cómo así? ¿A prostituir o qué? No, no, no, a bailar samba, eso es lo que más pagan acá. Samba. Samba. Y yo, bueno, y mi primer trabajo. ¿Qué tal? Yo jamás me había puesto algo metido en las nalgas frente al público. Yo, y salsera. La salsera no andamos con el rabo afuera. Los caleños, qué pena. Estoy diciendo muchas cosas bárbaras. No, no,

  • Speaker #2

    está perfecto.

  • Speaker #0

    Sí, perdón. y si cuando me dan ahí comenzaste a plantearte bailar pero es que no sabes por qué cuando llegué a ya era el 31 de diciembre en una fiesta para unos príncipes de dubai y yo llego yo dije pero nos van a a tiras o si salimos con las nalgas afuera no no no acá la gente es muy open menes parís y llegó yo 15 bailarinas brasileras divinas espectacular y yo dije pero yo qué hago aquí yo era la más chiquita no la más patiflaca aparte estaba desnutrida sin comer dos meses y no yo qué hago aquí y samba y pusieron a bailar entonces los pusieron las plumas y todo eso y yo dije pero qué hay que hacer no hay que hacer la internacional y yo y qué es eso Es una coreografía que conocen todas las bailarinas en París. Yo dije, sí, pero yo no sé, no importa. Para, 15 bailarinas de escenario. Y yo, oh, Jesús bendito. Comenzó a sonar esa canción. Y yo, ¿qué hice? A lo Zumba, ¿no? Me hice en la segunda fila copiando lo que hacían las otras. Y luego en un momento de la batucada. Y cada uno tenía que ir adelante a bailar batucada. O sea, chucu, chucu, chucu, chucu. Y yo, Jesús bendito, yo sudaba. Cuando me tocó a mí, amor, yo le tiré. Pasos de salsa caleña con samba, tiré pata arriba. Ellos no le piden. Y yo, ay, gloria a Dios. Y gracias, una canción, 150 euros. Una canción. Pagaban 150 euros.

  • Speaker #2

    O sea, ¿esa fue la primera vez que te pagaron por bailar? Sí, ¿esa fue la primera vez?

  • Speaker #0

    Sí, cuando yo vi esa plata y hice la conversión, yo dije, oh, Dios mío. Y la señora me dijo, bailas muy bien samba. Y yo dije, esa señora no debe ser brasilera, porque Zamba es cero. Fue una alegría. Y eso lo tomaste tú como una señal del destino, pues. Pensé en mi mamá. Lo primero que pensé fue en mi mamá. En Colombia, como sabemos, es muy duro el trabajo, no hay pensión, la salud es carísima. Entonces yo dije, si esto me ayuda a darle una vejez a mi mamá, yo me doy la pela, yo me quedo. Y de ahí me comenzaron a conocer, me comenzaron a llamar. Luego entré, gracias a Dios, al mundo del French Can Can, que yo puedo hacer portés, bailar con la pierna arriba. ¿Qué es eso?

  • Speaker #2

    Pero eso lo aprendiste después.

  • Speaker #0

    No. ¿Tú bailas todo? Yo soy empírica. O sea, yo estudié de toda mi vida baile y yo cuando vi, yo dije, yo soy capaz. Y yo me metí a un casting y yo pasé porque decían, ¿qué mujer puede cargar a otra? Yo, yo. Yo soy bien machita. Entonces yo cargaba a las otras niñas. Claro, ella, llama a la colombiana, la fuerte, la fuerte. Siempre me llamaban. Y ya yo salí del Brasil, gracias a Dios, que le agradezco mucho. Pero me gustaba más cancar, el vestido largo, los boleros. Era menos exhibición del cuerpo.

  • Speaker #2

    ¿Y si estuviera en esa época todavía, digamos, no bailabas salsa? ¿O ahí empezaste a bailar salsa?

  • Speaker #0

    Yo toda la vida bailé salsa.

  • Speaker #2

    No me refiero como la danza principal de lo que haces. Sí,

  • Speaker #0

    porque no quería. No quería porque a mí me decían, enseña salsa, enseña salsa. Yo decía, no, porque yo no me voy a quedar aquí como bailarina. Yo quiero estudiar, yo quiero irme a otro país. Me quería ir a Alemania, quería vivir en Alemania. Era mi sueño, la verdad. Y cuando un día fui a una fiesta de salsa cubana, y la salsa cubana es muy linda, pero era muy igual siempre. Entonces, yo estaba como aburrida. Y un señor me dijo, ay, tú bailas como en Colombia. Yo tengo un amigo que puede bailar como tú. Y me presentó un francés que se llama Antón, que ahora es mi hermano adoptivo, y él bailaba hip hop. Y él comenzó a bailar conmigo y le hacía pasos de hip hop y yo salsa caleñal. Y él me decía, sí, yo puedo, yo puedo. Y él me dijo, ¿eso qué es? Y yo le dije, la salsa de Colombia, es diferente a la cubana, a la puertorriqueña. Y me dijo, ¿y por qué no haces un workshop, un stage aquí? Yo le dije, no, no, pues no, qué pereza, yo quiero ser profesora. Y él me dijo, hagámoslo. Yo le dije, yo no tengo plata para pagar una sala. La sala costaba en esa época 120 euros la sala. Y dije, no. No tenga ni para almorzar, ya voy a pagar una sala. Y me dijo, yo te la pago y tú haces el stash. Y luego me la pagas. Y yo pensé, este me quiere violar. Porque es lo primero que uno piensa. Quiere algo de mí a cambio de trabajo. Y no. Ahí le hizo la publicidad. Hicimos un flyer en PowerPoint horrible, todo pixelado. Hicimos la publicidad en esa época a Facebook. Y sí, llegaron 45 personas. Cada una pagó, ¿me acuerdo? 35 euros por cada hora. Y yo hice tres horas. O sea, yo, ¡ay, Jesús bendito! Parecía la Virgen. Y di la clase. Y allí me probaron como profesora. Porque llegó gente y me decía, ok, la salsa caniña, ¿en qué tiempo se baila? Yo en tiempo uno, en tiempo dos. Ok, ¿la clave va dónde? O sea, todo lo que yo he estudiado, les podía contestar. Les podía explicar. Sí, porque aquí no es que tú bailes y ya. Aquí Francia no es así. La gente de Francia toma clases de ballet, de... tango, de jazz, de jazz, de ballroom. No es que el francés es tieso. No. Aquí hay campeones de baile.

  • Speaker #2

    Estás desmitificando algo. Dicen que a los franceses no se les mueve la cintura.

  • Speaker #0

    No, es mentira. Es mentira y me dicen el gremio de la danza son demasiado fuertes.

  • Speaker #2

    Es práctica al final, como todo. Y eso que decimos nosotros los colombianos me incluyo que se dice mucho que a ellos no nacieron con eso, no sienten el sabor. ¿Qué es el sabor entonces en este orden de ideas?

  • Speaker #0

    Yo pienso que el sabor lo tenemos cada persona. Es como decir, colombiano, rolo, tienes que bailar. Y el rolo va a decir, pues yo no bailo. Esa es nuestra obligación. Es cierto, es cierto. Es como decir, tú eres de Argentina, báilame un tango. Pero es que no me gusta. O sea, yo, así como hay gimnastas colombianos, hay gimnastas rusos. Y como hay bailarines en todo el mundo, eso está. ¿Tu público es mayormente francés o de Latinoamérica? Aquí, mi público para las fiestas es mezclado. A mis clases tengo el 80% europeo, no solo franceses, tengo de todo el mundo. París es todo el mundo, realmente aquí hay gente de todo lado.

  • Speaker #2

    ¿Y cómo fue la entrada a las redes?

  • Speaker #0

    Tienes una comunidad enorme.

  • Speaker #2

    Tienes una comunidad enorme. Siempre estás compartiendo cosas de lo que haces, de tu arte, de tus clases, de tu pareja, muchas cosas.

  • Speaker #0

    ¿Cómo llegó eso a tu vida? Yo comencé a hacer videos para que mi mamá me viera.

  • Speaker #2

    ¿Dónde está tu mamá? Saludos a la mamá.

  • Speaker #0

    ¿Cómo se llama? ¿Dónde está tu mamá? Ay, mami. Para que mi mamá me viera y mi mamá la obligue a... prácticamente que ella comprara un teléfono y aprendiera a usar las redes para que te siguiera para que viera lo que tú hacías y entonces por eso tal vez yo me presento despeinada recién levantada a veces sudada, vos nunca me ves arreglada en las redes porque el día que me vean en la calle van a decir, esa no es usted entonces mi mamá me vio así todo el tiempo y yo no sabía que había gente que le gustaba verme así... Y la gente fue llegando sola. Sola. Yo no lo hice para conseguir seguidores, no. La verdad que hasta me han ofrecido cosas, pero yo no trabajo en redes. No, no trabajo en redes. Fue a mi mamá y así fue. Y luego me di cuenta que la gente quería aprender a bailar, entonces yo hacía pasitos, la gente ve mis tutoriales, aprende en la casa. Vi que muchas mujeres sentían fuerza cuando yo hacía mis historias de contar lo que me había pasado, que era como una forma de... de motivar a otras mujeres y dije bueno también es bonito y cuando ya comencé en una comunidad grande dije voy a ayudar a los latinos en París y ahí fue donde yo comencé a ayudar a todos los microempresarios, la señora que hace uñas, la que hace aseo, el señor que hace batimón, construcción yo los publico y digo mira él es Juan, llegó hace dos meses,

  • Speaker #2

    entonces estás ayudando a las personas que están O montando sus microproyectos para que sean un poco más conocidos, aprovechando.

  • Speaker #0

    Sí, no les cobro, lo hago gratis. Pero gente que también necesita, a veces, que la señora no tiene palmercado, muchachos, juntémosle palmercado a la señora, tiene tres hijos. Entonces, a mí no se me quita nada. Y aparte de mi trabajo soñado toda mi vida, yo quería ser trabajadora social. Pero en Colombia era imposible y mamá me decía, eso no le va a dar de comer. De una u otra forma, siento que estoy haciendo trabajo social gracias a las redes. Muy bonito. Y me gusta. O sea, me gusta más. Yo comí en el restaurante del Cure porque estaba en la calle durmiendo en el metro. Entonces, iba a los jueces a que me dieran comida ellos. Ahora yo soy voluntaria del restaurante del Cure y yo les doy de comer a otras personas. Qué bonito. Sí.

  • Speaker #2

    Un aplauso.

  • Speaker #0

    Gracias. Sí. Y también les doy clases gratis. A la calle, en serio. Quería preguntarte, ¿en qué momento llega Cali Sabor a tu vida? Cali Sabor, desde que encontré a Antón, porque él montó el stash, la gente vino y yo dije, la gente, ¡ay, hola! ¿Te quedas cuando das clase? Y yo dije, no, no, no, yo no me voy a quedar aquí, este país no me va a quedar así, cortante. Y la gente, quédate, quédate, y yo, no, no, yo no me voy a quedar aquí y menos ilegal, como yo decía. Tan creída y me quedé ilegal. ¡Ah, Dios mío! Y los mismos franceses vinieron y me dijeron, quédate, te ayudo a buscar una sala, nosotros te pagamos el año y así tú te puedes solventar. Y yo lo pensé mucho, pensé tres meses. Y yo dije, bueno, mi primera sala era una sala donde bailaba yo con los ratones. O sea, era una sala horrible, hacía frío, olía feo y la gente estaba ahí bailando. O sea, era como que yo bailo y luego la rata baila. Era como ratatata. en salsa y yo decía dios mío u la la francia en parís y así comencé dando clases pero yo quería bailar yo yo porque toda la vida entrené y yo decía yo quiero bailar pero no para pagar una sala me fui a la calle a ensayar yo sola la gente me tiraba monedas yo aprovechaba un entreno profesional y así bailando en la calle Llegaron loquitos que yo digo, franceses que yo quiero bailar como tú, pero no querían solo hacer salsa social, sino bailar como yo bailaba. Y así se formó Cali Saba en las calles. Yo les decía, listo, si usted quiere... Venga a las clases debutantes, pero entrena conmigo en la calle. Y así comenzamos a entrenar en las calles, nos pegábamos unas peladas, las rodillas, todo llovía y salíamos con bolsas de basura a entrenar. Y así con todos esos loquitos hemos sido tres veces campeones de Francia. Sí señor, tres veces. Y tenemos medallas y cada vez que llegamos a la competencia de Francia, les da miedo. Ay, yo vocalizador. Y nosotros, llévame todos patisucios, ahí llegó Cali Sabor, sí.

  • Speaker #2

    ¿Y en todo ese camino siempre has mantenido la misma energía, la misma sonrisa? ¿O has tenido algún momento difícil en el cual te dijiste a ti misma, no, abandono, me vuelvo a Colombia?

  • Speaker #0

    Cada año, cada año dije, me voy, me voy, se acabó el año, me voy, me voy, me voy. ¿Y el año? que decidí irme, que ya había vendido calizador a alguien, e irme a Colombia, había conseguido un trabajo en la Casa del Agua, administrar la Casa del Agua. Ese día, un 14 de julio, una amiga me llamó y me dijo, vamos al Val de Pompier, a la fiesta de los bomberos. Y yo, bueno, vamos. Y encontré a mi esposo, el que está allá. Mi esposo, ese. Y por ese mono, me quedé.

  • Speaker #2

    Un aplauso para mi esposo. Un aplauso.

  • Speaker #0

    Con él pensamos en un futuro, irnos a Colombia. Obvio que sí. Sí, es el pensado. Y mi amante, el que está allá, él dice que él es el amante.

  • Speaker #2

    Ay, relaciona bien, hombre, bien la modernidad.

  • Speaker #0

    Y sí, porque él me mostró un lado bonito de Francia. Ya con él, uno dice que uno leo, bueno, yo todo lo puedo, y yo me siento así. Pero cuando llega un hombre a cogerte la mano y le dice, yo sé que usted puede. Pero yo estoy aquí. Eso es algo que uno dice, por fin tengo a alguien que me apoya. Y ese es mi esposo, que yo tengo como chévere y merci beaucoup. Se graza todo. Bueno. Y se lo he quedado. Se lo he quedado. ¿Dónde tú? Por este, ¿sí? Y se cuato. Él, ay, mira, él es tan bonito.

  • Speaker #2

    Esto no estaba previsto.

  • Speaker #0

    Ay, está bien bueno también. Ay, no, perdón.

  • Speaker #2

    Pues Fran, sí.

  • Speaker #0

    Gracias.

  • Speaker #2

    Me gustaría continuar la conversación, pero ya no tenemos más tiempo.

  • Speaker #0

    Bueno, muchas gracias por la invitación.

  • Speaker #2

    Así a ti, como a todos los invitados, muchísimas gracias por venir a contar un poco de Carlos.

  • Speaker #0

    Sí, para adelante, para adelante.

  • Speaker #2

    ¿Qué mensaje le darías a un inmigrante que está dudando?

  • Speaker #0

    A todos, inmigrantes, franceses, lo que sea. para adelante, uno puede uno es capaz hacer las cosas honradamente no pasar por encima de nadie y créanme que Dios o lo que ustedes crean eso les va a ayudar y uno no nació para sufrir no somos gallinas, no nacimos para caldo no, para adelante para adelante, si yo puedo ustedes también, pude con tres calzones ustedes pueden más y ya, muchísimas gracias gracias ¿Cómo se llama? Historias con acento.

  • Speaker #2

    Bueno, con esto terminamos. Muchas gracias a todos y después verán el episodio en las diferentes plataformas. Bueno, muchísimas gracias a todos. Los invito a hacer historias con acento. Vamos a hacer diferentes emisiones con diferentes personas.

  • Speaker #0

    Gracias.

  • Speaker #2

    Personajes importantes. Gracias a todos. Y gracias a la embajada y a todos los que están organizando esta casa, que es un trabajo súper completo. complejo, tantos días, tanta gente, tantos artistas. Un aplauso también para los organizadores.

  • Speaker #0

    Bravo.

  • Speaker #1

    Muchas gracias a todos y a todas las, los que han llegado hasta aquí. Gracias a nuestras cinco invitadas, a Mónica Dismonitain, a Adriana Silva de Latinoarte TV, a Paula Moreno de la Mesa de Educación de Cultura en Francia, a Adri y a Franci Barahona. Puedes seguir en Instagram, arroba, historias con acento, y en Spotify, en tu plataforma de streaming favorita. Muchas gracias de nuevo por el apoyo, por seguirnos, por escribirnos, por hacer que este podcast crezca día a día. En nuestro próximo episodio, la espectacular historia de Guido Niño, uno de los únicos chefs colombianos que puede darse el lujo de ser propietario y chef, manager de un restaurante con una estrella, Michelin, en Francia.

  • Speaker #3

    Mi objetivo de vida cambió. Cuando perdí a mi mamá y volví, me prometí que me debía lograr ser cocinero y que debía lograr quedarme en Francia. por todo lo que ella hizo para que yo estuviese. Pagar un colegio muy costoso como el liceo francés. Nosotros no éramos de familia adinerada, sino media trabajadora. Y dije que tenía que hacer todo esto por mi familia entera, que me ayudó mucho en todo mi proceso. Esto no viene uno solo. Yo no me he hecho solo. Estoy toda una familia detrás empujando. Para mí mismo, motivación cambio, yo tenía ahora que lograrlo. Por mi mamá.

  • Speaker #1

    y ese era mi objetivo después no se lo pierdan hasta pronto historias con Asen

Description

🎙️ ¡Bienvenidos a la segunda parte de nuestro episodio grabado en vivo en la Casa Colombia, en París! En esta ocasión, cerramos con broche de oro compartiendo la increíble historia de Francy Barahona, una artista multidisciplinaria que nos lleva por su inspirador camino desde Colombia hasta Francia.


🙏 Queremos agradecer de corazón a todos los que han llegado hasta aquí, así como a nuestras cinco maravillosas invitadas: Mónica de It’s Money Time, Adriana Silva de Latino Arte TV, Paola Moreno de la Mesa de Educación y Cultura en Francia, Adri, y, por supuesto, Francy Barahona.


📲 No olvides seguirnos en Instagram en @historiasconacento y escuchar nuestros episodios en Spotify o en tu plataforma de streaming favorita. ¡Gracias por todo el apoyo, por seguirnos, escribirnos y ayudar a que este podcast crezca día a día! 🌟


✨ Y prepárate para nuestro próximo episodio, donde contaremos la espectacular historia de Guido Niño, uno de los pocos chefs colombianos que ha logrado ser propietario y chef de un restaurante con una estrella Michelin en Francia. ¡No te lo puedes perder!


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Transcription

  • Speaker #0

    Que yo tengo como chévere, merci beaucoup, se grasa toda tu atención.

  • Speaker #1

    Continuamos con la segunda parte del episodio, grabado en vivo en la Casa Colombia. Cerrando este podcast tenemos la increíble historia de Francia Ibarahona, el principio de su camino desde Colombia hasta Francia.

  • Speaker #2

    Bueno, nuestra última invitada de esta tarde tenemos a Francia Ibarahona. Un aplauso por favor.

  • Speaker #0

    Hola. ¡Buenas! Llegó el sabor.

  • Speaker #2

    Sí, tú tienes más sabor que nosotros.

  • Speaker #0

    Más sabor que una taza de babas.

  • Speaker #2

    Bueno, yo creo también que tienes más, digamos, costumbre de estar así en frente de gente. Pero hay algo que quería preguntarte, Fran. Sí, es que claro, hoy siempre tienes hacia la gente buena energía de felicidad.

  • Speaker #0

    cosas positivas pero que ha pasado en todo ese camino en francia cuéntanos un poco más la gente que se lo ve tus videos que vea alegría cómo se ha construido ese camino bueno en mis vídeos que yo hago en internet es para mi mamá cuando me fui de colombia yo dije yo quiero que mi mamá me vea hace cuando te fuiste hace como 13 años 13 aquí a francia aquí en francia llevo 11 entonces yo primero Yo llegué a todo lado, yo era pata de perro, para donde me llevara, donde yo pudiera estar, donde pudiera dormir, donde pudiera comer, yo bailaba en la calle y todo. La mochila, el hombro. Sí, así fue.

  • Speaker #2

    Es decir, tu puente siempre fue el baile.

  • Speaker #0

    Sí, pero no quería bailar, no era mi sueño bailar y siempre yo me intentaba escapar del baile, no quería vivir del baile. ¿Y cuándo es? Porque... En Colombia, bueno, no sé si todos son colombianos, pero en Colombia ser bailarina es como que no eres inteligente, era lo que a mí me hacían sentir. Si tú bailas es porque no sabes hacer nada más, no eres lo suficientemente inteligente para llegar a algo y a mí eso me dolía porque lo sentía mucho. Ah, bailarina, ok, sí, es como cualquier cosa. Entonces yo estudié, yo soy administradora de empresas, soy contadora, pero nunca quería bailar. Pero bailé toda mi vida desde niña y hice competencias por mí, porque me gustaba. Y eso es lo que me da de comer ahorita y eso es lo que me da la fuerza de representar a Colombia donde llego.

  • Speaker #2

    Claro, la vida da muchas vueltas. Y en el momento que te planteas irte de Colombia, tenías un objetivo claro en Francia. Yo en Francia voy a ser ABC.

  • Speaker #0

    No, nunca, yo nunca me quise ir de Colombia, a mí me encantaba mi país, lo siento, pero mi podcast, ¿yo puedo decir la verdad? Sí, claro. No puede tener el sueño americano, ni el sueño francés, porque es mentira. Yo nunca soñé con estar acá, y si soñaba irme, me quería ir para los Estados Unidos, quería ver a Mickey Mouse, así como, yo crecí en barrio. Entonces si le digo, ulala, París, Emilia en París, no soy yo. Yo soy todo lo contrario. Yo me quedé en Francia por error. Fue un error. Un error que, bueno, ahora gracias a Dios. Me quedé como la gente no debe quedarse. Me quedé ilegal. Y a eso no se hace. Yo estaba haciendo un tour con un grupo de folclor. Y no sé por qué. Yo andaba con tres calzones, tres licras, dos camisetas.

  • Speaker #2

    Era todo...

  • Speaker #0

    Mi maleta, la mochila. El resto era vestuario de la escuela de baile. Y yo le dije al señor, yo tenía visa de... Visa porque yo hice muchas competencias en Colombia y tenía visa abierta. Entonces yo tenía una visa para Europa, para Francia, justo Francia. Y yo dije, me quedo, me quedo. Ha sido el aeropuerto tomar la decisión. Me quedo. Tenía en mi bolsillo 100 euros, nada más, mentiras, como 80, tan chicanera, tenía 80 euros. Para redondear. Sí, para que me llaman la pobre tona, Marimar. Entonces, yo estaba en el aeropuerto de Barajas, le dije a mi parejo de baile, me quedo.

  • Speaker #2

    O sea, espera, espera para que entiendas. Tenías el vuelo de vuelta a Colombia y tú en el aeropuerto decides,

  • Speaker #0

    joder, me quedo. Me quedo acá. Y él me dijo, ¿por qué? Y yo me quedé, la verdad, porque en Colombia, como toda artista sentimental, me había peleado con un amigo de toda mi vida y cada vez que lo veía me dolía. Y por pendeja no lo quería ver. Ay, perdón las palabras, perdón.

  • Speaker #2

    Yo soy súper grosero.

  • Speaker #0

    Cuando diga cosas malas, lo cortan, por favor. Mi mamá me regaña. Entonces, ¿cómo gozan estos tres conmigo? Tengo un grupo de fans de a tres. ¡Eh! Y yo sentía que me dolía. Y yo me quedé, yo dije, voy a quedarme mientras está mi visa. Me quedo, no sabía hacer qué, no sabía cómo, no tenía ni con qué comer, tenía tres calzones. Tres calzones. Imagínense una mujer con tres calzones. Es lo que hace en la vida con tres calzones. Es lo que yo pensaba. Es lo que me acordaba. Y yo cogí, mi pareja de baile cogió, se quitó la chaqueta, me dejó la chaqueta, me dejó las medias, me dejó una sudadera. Y me dijo, ay, ¿por qué me dejas? Lo más duro fue dejándolo a él. Y él se fue, yo me quedé. Y yo me quedé en un McDonald's. Y en el McDonald's yo era pensando, pues madre, ¿yo qué estoy haciendo?

  • Speaker #2

    Ya el avión se había ido, es decir, ya no tenías alternativa.

  • Speaker #0

    Eso fue un impulso. Y me quedé en ese McDonald's, cogí internet de Wi-Fi y yo me acuerdo que cuando yo gané la competencia en Colombia, yo vine a Francia y yo conocí a un DJ, un señor, que tocaba música en un bar. Y yo le mandé un mensaje y yo le dije, Don Cuco, ¿usted me puede ayudar, por favor? Es que yo estoy aquí en Madrid y yo no sé qué hacer. Y él me dijo, claro, mamita, venga, yo le presto la plata y un billete para que se venga a París, yo quiero aguantar hambre en España. Estuvo tan lindo. Ahora él es mi papá. Yo le digo a mi papá que yo no tuve papá. Cuco es mi papá. Adoptivo.

  • Speaker #2

    Bueno, un saludo.

  • Speaker #0

    Cuco, sí, lo amo. Gracias para él. No aguanté hambre. Y me vine a París. Y yo vi París y dije, qué horrible, no me gusta, hace frío, huele raro, hay ratones por todos lados, la gente está enojada. El idioma. Nadie me mira, nadie me quiere, yo sonrío y la gente me hace mala cara. No, la depresión. Pero yo dije, yo tengo que buscar trabajo. Y me fui a buscar internet y un amigo me dijo, hay un trabajo en Holanda. Me fui a Holanda, cogí un tren en Holanda sin hablar inglés holandesero. Y hay un señor colombiano, que no lo voy a nombrar, porque no lo merece, me ofreció trabajo allá y era mentira el trabajo. No puedo decir que el señor no fue bueno conmigo. Me lo escapé, llegué de nuevo a París, busqué al cuco, él me dio posada, su casita chiquitica, yo dormía en el piso, en la cama, a veces en la cama, en el piso. Y él me dio prácticamente comer como dos meses. Entonces yo dije, no, yo aquí no puedo, es muy duro, yo me regreso. Y conocí una colombiana, una costeña, que me dijo, ay, pero tú, ¿cómo aquí? Ay, yo no sé cómo son los costeños. Ay, manda acá, cara, tú puedes salir adelante aquí. Y yo, ay, Jesús, yo no puedo. Y me dijo, baila samba, tienes piernotas, pelo, nalgotas. Y yo, ay, ¿qué es eso de que me hablas? ¿Cómo así? ¿A prostituir o qué? No, no, no, a bailar samba, eso es lo que más pagan acá. Samba. Samba. Y yo, bueno, y mi primer trabajo. ¿Qué tal? Yo jamás me había puesto algo metido en las nalgas frente al público. Yo, y salsera. La salsera no andamos con el rabo afuera. Los caleños, qué pena. Estoy diciendo muchas cosas bárbaras. No, no,

  • Speaker #2

    está perfecto.

  • Speaker #0

    Sí, perdón. y si cuando me dan ahí comenzaste a plantearte bailar pero es que no sabes por qué cuando llegué a ya era el 31 de diciembre en una fiesta para unos príncipes de dubai y yo llego yo dije pero nos van a a tiras o si salimos con las nalgas afuera no no no acá la gente es muy open menes parís y llegó yo 15 bailarinas brasileras divinas espectacular y yo dije pero yo qué hago aquí yo era la más chiquita no la más patiflaca aparte estaba desnutrida sin comer dos meses y no yo qué hago aquí y samba y pusieron a bailar entonces los pusieron las plumas y todo eso y yo dije pero qué hay que hacer no hay que hacer la internacional y yo y qué es eso Es una coreografía que conocen todas las bailarinas en París. Yo dije, sí, pero yo no sé, no importa. Para, 15 bailarinas de escenario. Y yo, oh, Jesús bendito. Comenzó a sonar esa canción. Y yo, ¿qué hice? A lo Zumba, ¿no? Me hice en la segunda fila copiando lo que hacían las otras. Y luego en un momento de la batucada. Y cada uno tenía que ir adelante a bailar batucada. O sea, chucu, chucu, chucu, chucu. Y yo, Jesús bendito, yo sudaba. Cuando me tocó a mí, amor, yo le tiré. Pasos de salsa caleña con samba, tiré pata arriba. Ellos no le piden. Y yo, ay, gloria a Dios. Y gracias, una canción, 150 euros. Una canción. Pagaban 150 euros.

  • Speaker #2

    O sea, ¿esa fue la primera vez que te pagaron por bailar? Sí, ¿esa fue la primera vez?

  • Speaker #0

    Sí, cuando yo vi esa plata y hice la conversión, yo dije, oh, Dios mío. Y la señora me dijo, bailas muy bien samba. Y yo dije, esa señora no debe ser brasilera, porque Zamba es cero. Fue una alegría. Y eso lo tomaste tú como una señal del destino, pues. Pensé en mi mamá. Lo primero que pensé fue en mi mamá. En Colombia, como sabemos, es muy duro el trabajo, no hay pensión, la salud es carísima. Entonces yo dije, si esto me ayuda a darle una vejez a mi mamá, yo me doy la pela, yo me quedo. Y de ahí me comenzaron a conocer, me comenzaron a llamar. Luego entré, gracias a Dios, al mundo del French Can Can, que yo puedo hacer portés, bailar con la pierna arriba. ¿Qué es eso?

  • Speaker #2

    Pero eso lo aprendiste después.

  • Speaker #0

    No. ¿Tú bailas todo? Yo soy empírica. O sea, yo estudié de toda mi vida baile y yo cuando vi, yo dije, yo soy capaz. Y yo me metí a un casting y yo pasé porque decían, ¿qué mujer puede cargar a otra? Yo, yo. Yo soy bien machita. Entonces yo cargaba a las otras niñas. Claro, ella, llama a la colombiana, la fuerte, la fuerte. Siempre me llamaban. Y ya yo salí del Brasil, gracias a Dios, que le agradezco mucho. Pero me gustaba más cancar, el vestido largo, los boleros. Era menos exhibición del cuerpo.

  • Speaker #2

    ¿Y si estuviera en esa época todavía, digamos, no bailabas salsa? ¿O ahí empezaste a bailar salsa?

  • Speaker #0

    Yo toda la vida bailé salsa.

  • Speaker #2

    No me refiero como la danza principal de lo que haces. Sí,

  • Speaker #0

    porque no quería. No quería porque a mí me decían, enseña salsa, enseña salsa. Yo decía, no, porque yo no me voy a quedar aquí como bailarina. Yo quiero estudiar, yo quiero irme a otro país. Me quería ir a Alemania, quería vivir en Alemania. Era mi sueño, la verdad. Y cuando un día fui a una fiesta de salsa cubana, y la salsa cubana es muy linda, pero era muy igual siempre. Entonces, yo estaba como aburrida. Y un señor me dijo, ay, tú bailas como en Colombia. Yo tengo un amigo que puede bailar como tú. Y me presentó un francés que se llama Antón, que ahora es mi hermano adoptivo, y él bailaba hip hop. Y él comenzó a bailar conmigo y le hacía pasos de hip hop y yo salsa caleñal. Y él me decía, sí, yo puedo, yo puedo. Y él me dijo, ¿eso qué es? Y yo le dije, la salsa de Colombia, es diferente a la cubana, a la puertorriqueña. Y me dijo, ¿y por qué no haces un workshop, un stage aquí? Yo le dije, no, no, pues no, qué pereza, yo quiero ser profesora. Y él me dijo, hagámoslo. Yo le dije, yo no tengo plata para pagar una sala. La sala costaba en esa época 120 euros la sala. Y dije, no. No tenga ni para almorzar, ya voy a pagar una sala. Y me dijo, yo te la pago y tú haces el stash. Y luego me la pagas. Y yo pensé, este me quiere violar. Porque es lo primero que uno piensa. Quiere algo de mí a cambio de trabajo. Y no. Ahí le hizo la publicidad. Hicimos un flyer en PowerPoint horrible, todo pixelado. Hicimos la publicidad en esa época a Facebook. Y sí, llegaron 45 personas. Cada una pagó, ¿me acuerdo? 35 euros por cada hora. Y yo hice tres horas. O sea, yo, ¡ay, Jesús bendito! Parecía la Virgen. Y di la clase. Y allí me probaron como profesora. Porque llegó gente y me decía, ok, la salsa caniña, ¿en qué tiempo se baila? Yo en tiempo uno, en tiempo dos. Ok, ¿la clave va dónde? O sea, todo lo que yo he estudiado, les podía contestar. Les podía explicar. Sí, porque aquí no es que tú bailes y ya. Aquí Francia no es así. La gente de Francia toma clases de ballet, de... tango, de jazz, de jazz, de ballroom. No es que el francés es tieso. No. Aquí hay campeones de baile.

  • Speaker #2

    Estás desmitificando algo. Dicen que a los franceses no se les mueve la cintura.

  • Speaker #0

    No, es mentira. Es mentira y me dicen el gremio de la danza son demasiado fuertes.

  • Speaker #2

    Es práctica al final, como todo. Y eso que decimos nosotros los colombianos me incluyo que se dice mucho que a ellos no nacieron con eso, no sienten el sabor. ¿Qué es el sabor entonces en este orden de ideas?

  • Speaker #0

    Yo pienso que el sabor lo tenemos cada persona. Es como decir, colombiano, rolo, tienes que bailar. Y el rolo va a decir, pues yo no bailo. Esa es nuestra obligación. Es cierto, es cierto. Es como decir, tú eres de Argentina, báilame un tango. Pero es que no me gusta. O sea, yo, así como hay gimnastas colombianos, hay gimnastas rusos. Y como hay bailarines en todo el mundo, eso está. ¿Tu público es mayormente francés o de Latinoamérica? Aquí, mi público para las fiestas es mezclado. A mis clases tengo el 80% europeo, no solo franceses, tengo de todo el mundo. París es todo el mundo, realmente aquí hay gente de todo lado.

  • Speaker #2

    ¿Y cómo fue la entrada a las redes?

  • Speaker #0

    Tienes una comunidad enorme.

  • Speaker #2

    Tienes una comunidad enorme. Siempre estás compartiendo cosas de lo que haces, de tu arte, de tus clases, de tu pareja, muchas cosas.

  • Speaker #0

    ¿Cómo llegó eso a tu vida? Yo comencé a hacer videos para que mi mamá me viera.

  • Speaker #2

    ¿Dónde está tu mamá? Saludos a la mamá.

  • Speaker #0

    ¿Cómo se llama? ¿Dónde está tu mamá? Ay, mami. Para que mi mamá me viera y mi mamá la obligue a... prácticamente que ella comprara un teléfono y aprendiera a usar las redes para que te siguiera para que viera lo que tú hacías y entonces por eso tal vez yo me presento despeinada recién levantada a veces sudada, vos nunca me ves arreglada en las redes porque el día que me vean en la calle van a decir, esa no es usted entonces mi mamá me vio así todo el tiempo y yo no sabía que había gente que le gustaba verme así... Y la gente fue llegando sola. Sola. Yo no lo hice para conseguir seguidores, no. La verdad que hasta me han ofrecido cosas, pero yo no trabajo en redes. No, no trabajo en redes. Fue a mi mamá y así fue. Y luego me di cuenta que la gente quería aprender a bailar, entonces yo hacía pasitos, la gente ve mis tutoriales, aprende en la casa. Vi que muchas mujeres sentían fuerza cuando yo hacía mis historias de contar lo que me había pasado, que era como una forma de... de motivar a otras mujeres y dije bueno también es bonito y cuando ya comencé en una comunidad grande dije voy a ayudar a los latinos en París y ahí fue donde yo comencé a ayudar a todos los microempresarios, la señora que hace uñas, la que hace aseo, el señor que hace batimón, construcción yo los publico y digo mira él es Juan, llegó hace dos meses,

  • Speaker #2

    entonces estás ayudando a las personas que están O montando sus microproyectos para que sean un poco más conocidos, aprovechando.

  • Speaker #0

    Sí, no les cobro, lo hago gratis. Pero gente que también necesita, a veces, que la señora no tiene palmercado, muchachos, juntémosle palmercado a la señora, tiene tres hijos. Entonces, a mí no se me quita nada. Y aparte de mi trabajo soñado toda mi vida, yo quería ser trabajadora social. Pero en Colombia era imposible y mamá me decía, eso no le va a dar de comer. De una u otra forma, siento que estoy haciendo trabajo social gracias a las redes. Muy bonito. Y me gusta. O sea, me gusta más. Yo comí en el restaurante del Cure porque estaba en la calle durmiendo en el metro. Entonces, iba a los jueces a que me dieran comida ellos. Ahora yo soy voluntaria del restaurante del Cure y yo les doy de comer a otras personas. Qué bonito. Sí.

  • Speaker #2

    Un aplauso.

  • Speaker #0

    Gracias. Sí. Y también les doy clases gratis. A la calle, en serio. Quería preguntarte, ¿en qué momento llega Cali Sabor a tu vida? Cali Sabor, desde que encontré a Antón, porque él montó el stash, la gente vino y yo dije, la gente, ¡ay, hola! ¿Te quedas cuando das clase? Y yo dije, no, no, no, yo no me voy a quedar aquí, este país no me va a quedar así, cortante. Y la gente, quédate, quédate, y yo, no, no, yo no me voy a quedar aquí y menos ilegal, como yo decía. Tan creída y me quedé ilegal. ¡Ah, Dios mío! Y los mismos franceses vinieron y me dijeron, quédate, te ayudo a buscar una sala, nosotros te pagamos el año y así tú te puedes solventar. Y yo lo pensé mucho, pensé tres meses. Y yo dije, bueno, mi primera sala era una sala donde bailaba yo con los ratones. O sea, era una sala horrible, hacía frío, olía feo y la gente estaba ahí bailando. O sea, era como que yo bailo y luego la rata baila. Era como ratatata. en salsa y yo decía dios mío u la la francia en parís y así comencé dando clases pero yo quería bailar yo yo porque toda la vida entrené y yo decía yo quiero bailar pero no para pagar una sala me fui a la calle a ensayar yo sola la gente me tiraba monedas yo aprovechaba un entreno profesional y así bailando en la calle Llegaron loquitos que yo digo, franceses que yo quiero bailar como tú, pero no querían solo hacer salsa social, sino bailar como yo bailaba. Y así se formó Cali Saba en las calles. Yo les decía, listo, si usted quiere... Venga a las clases debutantes, pero entrena conmigo en la calle. Y así comenzamos a entrenar en las calles, nos pegábamos unas peladas, las rodillas, todo llovía y salíamos con bolsas de basura a entrenar. Y así con todos esos loquitos hemos sido tres veces campeones de Francia. Sí señor, tres veces. Y tenemos medallas y cada vez que llegamos a la competencia de Francia, les da miedo. Ay, yo vocalizador. Y nosotros, llévame todos patisucios, ahí llegó Cali Sabor, sí.

  • Speaker #2

    ¿Y en todo ese camino siempre has mantenido la misma energía, la misma sonrisa? ¿O has tenido algún momento difícil en el cual te dijiste a ti misma, no, abandono, me vuelvo a Colombia?

  • Speaker #0

    Cada año, cada año dije, me voy, me voy, se acabó el año, me voy, me voy, me voy. ¿Y el año? que decidí irme, que ya había vendido calizador a alguien, e irme a Colombia, había conseguido un trabajo en la Casa del Agua, administrar la Casa del Agua. Ese día, un 14 de julio, una amiga me llamó y me dijo, vamos al Val de Pompier, a la fiesta de los bomberos. Y yo, bueno, vamos. Y encontré a mi esposo, el que está allá. Mi esposo, ese. Y por ese mono, me quedé.

  • Speaker #2

    Un aplauso para mi esposo. Un aplauso.

  • Speaker #0

    Con él pensamos en un futuro, irnos a Colombia. Obvio que sí. Sí, es el pensado. Y mi amante, el que está allá, él dice que él es el amante.

  • Speaker #2

    Ay, relaciona bien, hombre, bien la modernidad.

  • Speaker #0

    Y sí, porque él me mostró un lado bonito de Francia. Ya con él, uno dice que uno leo, bueno, yo todo lo puedo, y yo me siento así. Pero cuando llega un hombre a cogerte la mano y le dice, yo sé que usted puede. Pero yo estoy aquí. Eso es algo que uno dice, por fin tengo a alguien que me apoya. Y ese es mi esposo, que yo tengo como chévere y merci beaucoup. Se graza todo. Bueno. Y se lo he quedado. Se lo he quedado. ¿Dónde tú? Por este, ¿sí? Y se cuato. Él, ay, mira, él es tan bonito.

  • Speaker #2

    Esto no estaba previsto.

  • Speaker #0

    Ay, está bien bueno también. Ay, no, perdón.

  • Speaker #2

    Pues Fran, sí.

  • Speaker #0

    Gracias.

  • Speaker #2

    Me gustaría continuar la conversación, pero ya no tenemos más tiempo.

  • Speaker #0

    Bueno, muchas gracias por la invitación.

  • Speaker #2

    Así a ti, como a todos los invitados, muchísimas gracias por venir a contar un poco de Carlos.

  • Speaker #0

    Sí, para adelante, para adelante.

  • Speaker #2

    ¿Qué mensaje le darías a un inmigrante que está dudando?

  • Speaker #0

    A todos, inmigrantes, franceses, lo que sea. para adelante, uno puede uno es capaz hacer las cosas honradamente no pasar por encima de nadie y créanme que Dios o lo que ustedes crean eso les va a ayudar y uno no nació para sufrir no somos gallinas, no nacimos para caldo no, para adelante para adelante, si yo puedo ustedes también, pude con tres calzones ustedes pueden más y ya, muchísimas gracias gracias ¿Cómo se llama? Historias con acento.

  • Speaker #2

    Bueno, con esto terminamos. Muchas gracias a todos y después verán el episodio en las diferentes plataformas. Bueno, muchísimas gracias a todos. Los invito a hacer historias con acento. Vamos a hacer diferentes emisiones con diferentes personas.

  • Speaker #0

    Gracias.

  • Speaker #2

    Personajes importantes. Gracias a todos. Y gracias a la embajada y a todos los que están organizando esta casa, que es un trabajo súper completo. complejo, tantos días, tanta gente, tantos artistas. Un aplauso también para los organizadores.

  • Speaker #0

    Bravo.

  • Speaker #1

    Muchas gracias a todos y a todas las, los que han llegado hasta aquí. Gracias a nuestras cinco invitadas, a Mónica Dismonitain, a Adriana Silva de Latinoarte TV, a Paula Moreno de la Mesa de Educación de Cultura en Francia, a Adri y a Franci Barahona. Puedes seguir en Instagram, arroba, historias con acento, y en Spotify, en tu plataforma de streaming favorita. Muchas gracias de nuevo por el apoyo, por seguirnos, por escribirnos, por hacer que este podcast crezca día a día. En nuestro próximo episodio, la espectacular historia de Guido Niño, uno de los únicos chefs colombianos que puede darse el lujo de ser propietario y chef, manager de un restaurante con una estrella, Michelin, en Francia.

  • Speaker #3

    Mi objetivo de vida cambió. Cuando perdí a mi mamá y volví, me prometí que me debía lograr ser cocinero y que debía lograr quedarme en Francia. por todo lo que ella hizo para que yo estuviese. Pagar un colegio muy costoso como el liceo francés. Nosotros no éramos de familia adinerada, sino media trabajadora. Y dije que tenía que hacer todo esto por mi familia entera, que me ayudó mucho en todo mi proceso. Esto no viene uno solo. Yo no me he hecho solo. Estoy toda una familia detrás empujando. Para mí mismo, motivación cambio, yo tenía ahora que lograrlo. Por mi mamá.

  • Speaker #1

    y ese era mi objetivo después no se lo pierdan hasta pronto historias con Asen

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