- Speaker #0
Bienvenida, bienvenido a esta nueva exploración. Hoy nos metemos con un tema que, bueno, a simple vista igual parece muy específico, pero ya verás qué alcance tiene. La colocación de la pelvis. Y para esto nos basamos en unos extractos muy, muy interesantes de una entrevista a una fuente, Gandur. Lo curioso es cómo Gandur conecta la biomecánica humana, sobre todo desde la perspectiva del Pilates, con la del caballo. Así que nada, nuestra misión hoy, entender por qué esta estructura, la pelvis, están... tan importante para la estabilidad, el movimiento, incluso la respiración, en ambos, en caballos y en personas. Vamos a ello. La idea principal que nos deja Gandur es potente, la pelvis como el ancla, vamos, el centro de gravedad, tanto nuestro como del caballo. Y claro, si esa base no está bien puesta, pues todo el cuerpo empieza a hacer cosas raras para compensar.
- Speaker #1
Exacto. Y ahí Gandur entra de lleno comparando la famosa posición neutra del Pilates. Esa que busca respetar las curvas naturales de la columna, activar músculos profundos como el transverso abdominal, ¿sabes? Esa especie de faja natural, pero sin ponerte rígida, pues la compara con la postura ideal del caballo. Dice que un caballo con la pelvis desalineada, pues pierde fuelle, pierde propulsión. Y una persona, pues parecido. O acaba con la espalda hecha polvo o nota que no respira bien.
- Speaker #0
Vale, entiendo lo del neutro como el ideal. Pero la fuente habla también de la pelvis como una pasarela de fuerzas. Gracias. Y mencionó otra cosa, la posición de huella. Eso del imprint, ¿qué es exactamente? ¿Por qué aparece?
- Speaker #1
A ver, la posición de huella es, digamos, una pequeña báscula de la pelvis hacia atrás. Gandur explica que en personas, en pilates, se usa a veces para proteger un poco la zona lumbar, ¿sabes? Y también para que sea más fácil sentir y activar los abdominales cuando mantener el neutro cuesta mucho o no es seguro todavía. Y lo interesante es que según Gandur... Los caballos hacen algo parecido. Adoptan posturas compensatorias que recuerdan a esa huella cuando tienen dolor o debilidad. Pero ojo, es fundamental entender que es una adaptación, algo temporal. El objetivo siempre, tanto en personas como en caballos, es fortalecer el centro para poder volver a esa posición neutra, que es la funcional.
- Speaker #0
¡Qué curioso! Y otro vínculo que establece Gandur que me ha llamado la atención es pelvis y respiración. Menciona la respiración torácica lateral posterior del método Stott-Pilates, esa que expande las costillas a los lados y atrás y activa el transverso. Y los caballos,
- Speaker #1
también. Pues Gandura afirma que sí, que ellos respiran también de forma tridimensional, muy parecido. Y aquí la conexión es crítica, vamos. Una pelvis bloqueada o mal colocada, pues te limita así o sí el movimiento del diafragma y las costillas. No pueden moverse libremente. Y al revés también funciona. Una respiración corta, tensa, puede acabar generando rigidez en la pelvis. Es un círculo, ¿entiendes? Respiración libre y plena facilita una pelvis móvil y alineada. Y una pelvis bien puesta permite respirar mejor. Una cosa lleva a la otra. Totalmente interdependiente.
- Speaker #0
Entendido. Hemos visto la pelvis en parado, digamos, y su conexión con respirar. Pero en movimiento. ¿Qué papel juega la pelvis del caballo según Gandor?
- Speaker #1
Gandor lo llama el timón. Es que es eso, dirige, marca el ritmo de cada tranco y, súper importante, absorbe el impacto que viene del suelo. Explica muy bien cómo oscila en el galope, cómo se pliega y se despliega al saltar. Es la que transforma la energía de las patas de atrás en impulso hacia adelante. Claro, piensa que anatómicamente tienes el ilion, isquion, pubis fusionados, articulados con el sacro. Esa es la zona clave para transferir fuerzas. Si hay un bloqueo ahí, en la sacroiliaca, o una simetría, pues todo el movimiento se desbarajusta. Y un detalle que apunta Gandor, que me parece crucial, si un caballo tiene la espalda débil, intentar forzarle a esa posición de báscula hacia atrás, tipo huella, es mal asunto. Se hunde. O sea, exagera la curva lumbar, la lordosis, y eso duele. Lo que necesita es rehabilitación, fortalecer ese centro, no que le exijan más.
- Speaker #0
Claro, tiene lógica. Y todo esto nos lleva al jinete. Inevitablemente, si la pelvis del caballo es tan sensible, ¿cómo influye la nuestra, la del que va encima?
- Speaker #1
Pues muchísimo. Gandur lo deja claro. Un jinete que va con la pelvis muy hacia adelante, pues tiende a cargar los hombros del caballo. Y si al contrario, se cae hacia atrás, pues rompe esa conexión, esa fluidez y fastidia la cadencia. La armonía viene cuando la pelvis del jinete puede, digamos, respirar con la del caballo. Por eso Gandur sugiere algo muy práctico, que los jinetes hagan ejercicios de conciencia pélvica fuera de la silla, inspirados en Pilates, ¿sabes? Básculas suaves, deslizar una pierna sin que la pelvis se mueva, levantar una pierna, todo para sentir y estabilizar su propio centro. Incluso habla de la progresión, primero una pierna, luego la otra y al final las dos. Y usar la huella si el neutro falla al principio como herramienta para ir ganando fuerza abdominal sin riesgo.
- Speaker #0
Y ya para rematar, Gandur también ve un paralelismo en los propios músculos de la espalda, ¿verdad?
- Speaker #1
Sí, sí, ese es otro punto fascinante. Resulta que compartimos una estructura muscular parecida, en capas. Tenemos músculos profundos, pegaditos a la columna, como los multifidos, el longísimo, que son sobre todo para estabilizar. Y luego... músculos más superficiales, como los trapecios o el dorsal ancho, que hacen movimientos más grandes. Lo que Gandur recalca es que para fortalecer bien la espalda, tanto en caballos como en personas, hay que trabajar desde ese centro profundo hacia afuera, respetando lo que hace cada capa. En fin, que la propuesta de Gandur es tender puentes, ¿no? Imaginar a profes de pegates mirando cómo se mueven los caballos o a jinetes explorando su centro fuera de la monta. Hay mucho que aprender ahí, mutuamente.
- Speaker #0
Y para cerrar, nos quedamos con esa imagen tan potente que usa Gandur. La pelvis no como un hueso quieto, sino como una cuna viva, una estructura que siente, que guía, que responde.
- Speaker #1
Y es justo ahí, a través de esa conciencia, en la respiración, en la postura, en cómo nos movemos, donde tanto nosotros como los caballos podemos encontrar nuestro eje, nuestro anclaje. Quizá la reflexión final para darle una vuelta es, más allá de montar a caballo, ¿Cómo nos afecta nuestra propia alineación pélvica en nuestra forma de estar y movernos por el mundo? ¡Ahí queda esto!